Teatro

Lorca

La chapuza de los premios Max

La SGAE continúa con su «annus horribilis». El listado de ganadores de sus galardones teatrales se hizo público por error en su web dos horas antes de una gala en la que arrasó la compañía Animalario, con nueve premios

Vista general de los asistentes al acto de entrega de los Maximinos a los candidatos a la XIII Edición de los Premios Max de las Artes Escénicas
Vista general de los asistentes al acto de entrega de los Maximinos a los candidatos a la XIII Edición de los Premios Max de las Artes Escénicaslarazon

Ni emoción, ni nervios, ni sorpresa, ni nada de nada. Los premiados lo sabían, los finalistas lo sabían, la prensa lo sabía... Y aun así, la gente del teatro puso su mejor sonrisa y, acostumbrados como están a la máscara, a subirse al escenario y engañar a la realidad, hicieron como si dos horas antes del comienzo de los Premios Max no se hubiera «colado» el listado de ganadores en internet. Como lo oyen: metedura de pata, pifia, despiste y otras cosas peores y más castizas se oyeron ayer entre rostros circunspectos –los de la organización–, comentarios jocosos y expresiones de incredulidad. Sí, dos horas antes de que comenzara la gala de los XIII Premios Max de las Artes Escénicas, que organiza la SGAE y que premian lo mejor del año anterior en danza y teatro, la web de los premios difundió durante nueve minutos el listado de ganadores: al momento estaba colgado en el portal de más de un medio de comunicación. Ya era imposible dar marcha atrás. Un portavoz de la organización ofreció anoche la versión oficial: «En estos momentos estamos investigando, antes de nada queremos pedir disculpas a todos los finalistas de los premios». No fue en el auditorio del Museo Reina Sofía, donde este año se celebraba la gala, sino en la sala de Prensa. No era, estaba claro, la mejor noche para esta cita del mundo de la escena, que sufrió en la puerta de acceso la manifestación de una treintena de trabajadores de la SGAE apoyados por el sindicato CNT, en protesta por los despidos de la entidad. Insistió el portavoz en lo de «interferencia informática», y aseguró que el procedimiento de votación y salvaguarda del listado «es el que llevamos haciendo durante todas las ediciones. Nadie puede tener acceso al acta notarial, ni la propia organización». La labor de la notaría, añadió, «ha sido impecable en estas trece ediciones». Y se esforzó por defender el brillo de la gala: «No queremos que la ceremonia varíe para nada». Pero no estaba ya en sus manos.

La edición de «Urtain»Los Max, presentados por Carlos Hipólito y dirigidos por Ernesto Caballero con austeridad, homenajearon a los grandes autores españoles: Valle-Inclán, Lorca y Mihura, junto a la Xirgu, fueron los presentadores de la noche, encarnados por un puñado de rostros conocidos. En cuanto a los premiados, lo dicho: sin sorpresas, pero no ya sobre la filtración, sino incluso sobre lo previsto desde hace meses. No hacían falta «interferencias informáticas» para saber que esta era la edición de «Urtain», el espectáculo de la compañía Animalario sobre el malogrado boxeador vasco: Mejor Espectáculo de Teatro, Autor en Castellano (Juan Cavestany), Actor Protagonista (Roberto Álamo), Actor de Reparto (Alfonso Lara), Dirección (Andrés Lima), Composición Musical (Nick Powell), Escenografía (Beatriz San Juan), Diseño de Iluminación (Valentín Álvarez y Pedro Yagüe) y Empresrio Teatral. Nueve premios en total de doce posibles. Bueno, podría decirse que de once, porque en una misma categoría –Actor de Reparto– competían entre sí dos actores de la compañía.Quizá por el «bajón» de la noche, al saberse ganadores de antemano, nadie parecía querer ser reivindicativo, como en anteriores ediciones. Pero faltaba Alberto San Juan, que habló del franquismo a cuenta de «Urtain»: «La recuperación de la memoria histórica es siempre motivo de paz», dijo el controvertido actor, para quien es necesario «tomar conciencia de lo ocurrido y reparar en la medida de lo posible el dolor de las víctimas».Los premios reconocieron a la Compañía El Gato Negro por «Cabaret de caricia y puntapié», Mejor Espectáculo Musical, y a Eva Yerbabuena por «Lluvia», mejor Espectáculo de Danza e Intérprete Femenina de Danza. Blanca Portillo («Hamlet») y Carmen Machi («Platonov») coparon los galardones de actriz protagonista y de reparto, respectivamente, aunque la primera no asistió a la gala.

Homenaje póstumoTampoco estuvo Eduardo Mendoza, que se llevó el Max a la Mejor Adaptación Teatral por «Muerte de un viajante»; Manuel Gas, fallecido recientemente, tuvo su homenaje póstumo en manos de su hermano Mario, que recogió la manzana a la Mejor Dirección Musical por «Sweeney Todd». Los figurines de Ikerne Giménez para «Avaricia, lujuria y muerte» también tuvieron premio, y Antonio Najarro se alzó como mejor bailarín por «Jazzing Flamenco». Yllana («Zoo», Mejor Espectáculo Infantil) y los aragoneses Che y Moche («Metrópolis», Espectáculo Revelación) completaron una velada en la que se homenajeó al dramaturgo Josep Maria Benet i Jornet, Premio de Honor, al fotógrafo Ros Ribas, Premio de la Crítica, y a Pep Bou, Premio Nuevas Tendencias. El Centro Teatral CELCIT obtuvo el Premio Hispanoamericano.

¿Por qué gana siempre Animalario? Sin duda, se esperaba. «Urtain», un soberbio montaje, partía como favorito con doce candidaturas. Aun así, sus nueve «manzanas» dicen poco de la variedad de las votaciones: Animalario ya triunfó en los Max de 2008 (cuatro premios para «Argelino, servidor de dos amos»), 2007 (tres para «Marat-Sade»), 2006 (cuatro para «Hamelin») y 2004 (dos para «Alejandro y Ana»). En tres ediciones se llevaron el principal galardón, el de Mejor Obra de Teatro. Y en otras tres lograron el de Mejor Empresario o Productor Privado.

«Cada año, esto pierde chicha»Hubo deserciones en la ceremonia: no todos los finalistas estuvieron en la gala – «es una decisión legítima», valoró la organización– y algunos que se acercaron hasta el Reina Sofía se dieron la vuelta al enterarse de lo sucedido. Incluso entre los premiados, hubo quien no perdonó el error.Sol Picó fue muy crítica cuando recogió su galardón a la Mejor Coreografía por «El llac de les Mosques»: «Ya se sabía. Es una pena porque los premios sin sorpresa son... Bueno, ya nos podemos ir. Me sabe mal porque cada año que vengo a los Max, esto va perdiendo chicha, cada vez es más pequeño. Y si no nos damos visibilidad nosotros mismos, iremos peor».