El «Síndrome Cardeñosa» por Marta ROBLES

Hasta las panteras rojas nos mordemos las uñas pensando en las malas jugadas del destino. El otro día, en una comida de cu- ñados, naturalmente, me enteré de la historia del pobre Cardeñosa, ese pedazo de jugador del Betis al que intentó comprar el Barcelona sin suerte, porque ni él ni su equipo, que le consideraba todo un referente, quisieron hacer negocio con su alma. Al parecer Cardeñosa era uno de esos hombres infalibles en el campo de juego. Antes de su «desgracia» había sido internacional en ocho ocasiones... Por eso, cuando en el año 78 estaba España jugando contra Brasil y, de pronto, se le vio solo en el área, todo el mundo se puso a cantar gol... Pero como Murphy existe, aquel gol, imposible de no ser marcado, se quedó estancado en un descenso del campo. ¡Fue algo increíble! España resultó eliminada del campeonato en Argentina, claro...Y Cardeñosa... Pues miren ustedes, siguió varios años en el Real Betis, luego ejerció de entrenador y por lo visto ahora trabaja en el mundo del seguro y está completamente desvinculado del fútbol. ¿Qué si tiene pesadillas? Yo no he podido preguntárselo, pero intuyo que sí. Sobre todo en tiempos de Mundial como estos, a punto de jugar ese equipo del que él en tantas ocasiones formó parte.La vida es así de puñetera y hace esas faenas con «p». Lo peor es que cuando hay precedentes de algo parece que hay más posibilidades de que ese algo vuelva a suceder. Y a mí me cuentan que algunos jugadores de «La Roja» sudan pensando en el «Síndrome Cardeñosa». No pasa nada, chicos: el espíritu Cardeñosa, si está a vuestro lado, hasta soplará la pelota para que cru- ce el arco.