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«Alea jacta est»

La Razón
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Zapatero ha pasado su Rubicón particular. Estuvo tenso, serio, enjuto y reflexivo en su última intervención como secretario general. Reconoció errores e hizo autocrítica. Reclamó unidad ensalzando la figura de Bono –su rival en el 35 congreso-, justificó el cambio de su política por preservar a España de la intervención, reivindicó su política de derechos individuales y sociales y agradeció los apoyos recibidos por el fin de ETA. Apuntó sus dardos hacia Europa y también a otros. Fue una despedida en toda regla. Sin más pretensiones. Emotivo, sentimental, fueron los cariñosos calificativos que tuvieron algunos delegados para la persona que ha dirigido el PSOE durante 11 años. Así lo entendió la mayoría que le dio el último adiós con un cerrado aplauso. Los delegados le agradecieron sus esfuerzos, pero ansiaban poner punto y final a su liderazgo, y un punto y seguido en la historia del PSOE. Para eso están en Sevilla y, por eso, el lapsus protagonizado por Zapatero fue efímero. Todos los focos seguían los pasos de Chacón y Rubalcaba. La incertidumbre hacía que el ambiente se pudiera cortar con un cuchillo. Chaves no saludaba a Griñán en los pasillos del congreso. Guerra tenía una seria conversación con el presidente andaluz. Parecía una reprimenda. A los que se consideran «propietarios» del PSOE no les ha gustado un pelo que Griñán haya tomado sus propias decisiones apoyando a Chacón. En su argot es algo así como una blasfemia. Fernández Vara seguía en sus trece, sin desvelar su voto. En los discursos llamamientos a la unidad. La frase que resume este primer día de la incertidumbre y de la tensión, la pronunciaba Carme Chacón en el almuerzo. Ante un grupo de delegados una cámara captó sus palabras: «Me siento como Messi aprendiendo a saltar patadas». Ciertamente, alguna ha recibido la candidata que ha osado poner en entredicho al «stablisment» socialista. Hoy, los delegados escucharán a los candidatos. Luego votarán. Elegirán cuál es el camino del PSOE. Votarán a Rubalcaba, que ha llevado al PSOE al precipicio y que ahora le pide que dé un paso adelante, o votarán Chacón, que quiere abrir las puertas y las ventanas de un PSOE que necesita aire fresco para volver a ser alternativa de gobierno. La suerte está echada. «Alea jacta est».