Ussía: «No se le perdona que haya triunfado es un torero tan grande que no tiene amnistía»

Ussía no dudó en referirse a él como «el maestro entre siglos. De los últimos diez años del XX y los diez primeros del XXI». Utilizando una frase de Rafael Alberti, se refirió al matador como «el que ha dado mil veces su muerte a la media luna fiera». Como buen aficionado taurino, Ussía recordó cómo «hace años la afición taurina premiaba a sus héroes, les agradecía que torearan, se emocionaba con ellos y llenaba las plazas para disfrutar, para asistir a la fiesta, al rito...». Reconoce el escritor que en estos momentos es muy difícil «ser una gran figura del toreo». Según sus palabras, Ponce es «un gran triunfador en este mundo de los toros que es tan terrible, maravilloso, difícil, áspero, artístico, bello y casi sublime». Ussía reconoce irónico que «a Enrique Ponce no se le perdona que haya triunfado. Está tan grande que no tiene esa amnistía». Acerca del tema de la Fiesta en Las Ventas, denunció que «ese público que antes iba a las plazas a disfrutar ahora está permanentemente enfadado. Me refiero a uno en concreto, que es el que dicen que sabe más de toros, el de Madrid». Ussía trivializó con la idea de lo que «sentiría yo si al ir a dar una conferencia ante un público aparentemente entregado, esa gente tan amable y tan simpática, esas señoras tan guapas y tan elegantes, esos señores tan serios y circunspectos que van a escuchar una conferencia, y de repente empezaran a gritar: ¡cojo, cojo, cojo! o ¡enano!».Como colofón señaló que « tienen ustedes el honor, como nosotros en LA RAZÓN, de oír a uno de los grandes, grandes toreros de hoy». Para finalizar, bromeó con el diestro valenciano sobre los periodistas (Gloria Lomana, Javier González Ferrari, Albert Montagut y Francisco Marhuenda) «que ahora te harán unas preguntas. Suelen ser bastante duros en algunas ocasiones, pero, desde luego, comparado con el público de Las Ventas son unos corderitos».