Ramón Sánchez-Ocaña: «Hay que poner a dieta al cerebro»

¿Hay mucho obeso en España?
-Sí. Y más que la cantidad de obesos lo preocupante es la tendencia en alza en la que estamos: cada vez hay más, especialmente en lo niños.

¿A qué se debe esta tendencia?
-A que hemos cambiado la alimentación y, sobre todo, a que nos movemos mucho menos. Se calcula que diariamente consumimos unas 500 calorías menos que hace treinta años. Eso en el caso de las personas adultas, en los niños aún más porque practican un ocio inmóvil, no se hace ejercicio jugando con una consola o delante del televisor.

¿Cuándo se considera que una persona es obesa?
-Para medir la obesidad se usa el índice de masa corporal y éste se calcula poniendo el peso en kilos y dividiéndolo por la talla en metros al cuadrado. Eso da un índice que si está entre entre 20 y 25,9 es normal, 26 se considera sobrepeso, 30 obesidad y 35 obesidad mórbida.

¿No se trata de un problema endocrino?
-Los especialistas aseguran que las glándulas que están más implicadas en la obesidad son las salivares más que las hormonas tiroideas. Evidentemente, hay casos que se deben a problemas endocrinos. Por eso, lo primero que hay que hacer antes de ponerse a dieta es acudir al médico, pero la mayoría derivan de un dese-quilibrio entre lo que se come y lo que se gasta.

¿Las dietas milagro son útiles?
-Crean ilusión porque se pierde peso en poco tiempo, pero hay que tener en cuenta que lo primero que se elimina en una dieta son líquidos, y adelgazar es perder grasa. Además, este tipo de dietas suele tener un efecto rebote. Si se pierden seis kilos en una semana, al mes se han puesto los seis y dos de propina. Lo importante, y en el libro se incide mucho en el tema, es diferenciar entre el adelgazamiento y la pérdida de peso. Peso se pierde en una sauna, pero se recupera con agua, adelgazar es perder grasa.

¿Cómo se debe adelgazar?
-Lo primero que hay que poner a dieta es el cerebro. Es decir, la parte psicológica del que tiende a la obesidad es importantísima. En el libro se trata de poner las bases para que cada uno adapte su forma de comer a sus gustos y a sus necesidades. Puedes comer menos o comer lo mismo y hacer más ejercicio. Todo es fácil si se está concienciado.

¿El gimnasio adelgaza?
-El ejercicio tiene unos efectos beneficiosos siempre, y no sólo para perder peso. Ahora bien, la mayoría le da un valor adelgazante mayor del que tiene. Te pongo un ejemplo: para eliminar las calorías de un puñado de almendras hay que andar 20 kilómetros. Es decir, el ejercicio ayuda, pero no lo es todo.

A VUELA PLUMA
Para Ramón Sánchez- Ocaña, lo importante no son los kilos sino la salud. Por eso, en su último libro «Perder peso para Dummies» nos explica de forma amena cómo podemos mantener una buena relación entre lo que comemos y las calorías que gastamos.