Sevilla

El alcalde ignora al comercio y se augura otro éxito con las obras de San Jacinto

Monteseirín tachó al gremio de «reacio a los cambios» y pronosticó «el crecimiento social y económico» de la zona.

Sánchez Monteseirín, con la concejal Nieves Hernández, además de otros colaboradores, en su visita a la calle San Jacinto
Sánchez Monteseirín, con la concejal Nieves Hernández, además de otros colaboradores, en su visita a la calle San Jacintolarazon

SEVILLA- El alcalde sintió ayer en primera persona las críticas de los vecinos de Triana –principalmente de los comerciantes– al proyecto de peatonalización en Triana. Mientras presentaba la segunda parte de las actuaciones que se ejecutarán entre la plaza del Altozano y San Jacinto desde la próxima semana hasta noviembre, con una inversión de 295.000 euros, se vio obligado en repetidas ocasiones a postergar varios requerimientos vecinales. Públicamente, se mostró convencido de que las críticas pasarán a ser elogios y los ciudadanos «harán suya» la peatonalización, «como en la avenida de la Constitución y Asunción».
Los comerciantes, por contra, argumentan que la medida «no tendrá el efecto esperado» por el déficit en materia de movilidad. El presidente de la asociación de comerciantes del Casco Antiguo de Triana, Juan Macías, explicó a Europa Press que lo deseable es que las obras «se hagan en el plazo previsto y lo mejor posible», reiterando que con la falta de aparcamientos el proyecto puede ser muy perjudicial para el sector. «No se ha dotado al barrio ni de mejor transporte público ni de aparcamientos», criticó.
Monteserín defendió que las zonas peatonalizadas «crecen en calidad de vida, económica y socialmente» y dijo, sobre las quejas de los comerciantes, que «siempre es así», calificando al gremio como «reacio a los cambios».
El alcalde aseguró que «el carril bici no se va a volver a levantar» –en contra de lo señalado por algunos vecinos– y que las obras de esta segunda actuación en la zona «nada tienen que ver con las anteriores». Según Monteseirín, se decidió actuar en dos fases, «para evitar molestias», «ajustarse a determinados planes y porque «las cosas se hacen cuando se pueden ir haciendo».
El proyecto, entre otras cosas, contempla la homogeneización del pavimento, el fresado del asfalto del carril bici para su pavimentación con losas, la colocación de adoquín en el acerado, la instalación de una línea de luz azul con bombillas «led» en el piso con unas losas de pavés traslúcido y la colocación de bancos con respaldo cerámico. El único tráfico permitido se concentrará entre Alfarería y Rodrigo de Triana.