Estreno

Gainsbourg por Marina CASTAÑO

Gainsbourg, por Marina CASTAÑO
Gainsbourg, por Marina CASTAÑOlarazon

Todos somos un poco producto de la época que nos ha tocado vivir. Hubo una juventud, la que iba a la universidad en los últimos sesenta, que abrió brecha hacia una modernidad, que hoy nos resulta ya lógicamente obsoleta. Pero de aquella época quedan los personajes, y en este momento quisiera referirme a uno de ellos: Serge Gainsbourg, el feo más atractivo del mundo, el gran seductor del gitanes siempre quemándose entre sus dedos, el hombre capaz de convertir esa particular obscenidad suya en arma invencible para tener siempre a su lado a las mujeres más hermosas, convirtiéndolas en arquetipos perfectos de sexualidad.

Nada como aquel «J'etaime… moi non plus», que grabó con Jane Birkin: hace no mucho sonó como música de fondo en una reunión de amigos en la que todos bastante posteriores a aquella época, y comenzó a posarse sobre las cabezas de todos un halo de sensualidad que nadie podía ni quería evitar, lo cual indica que sigue vigente. Curiosa la condición de misógino y mujeriego en un hombre que, desde su fealdad, desprendía un erotismo irresistible, y triste que sólo se le recuerde por el «J'etaime», porque su polifacetismo fue muy importante. Además del cine y la música, tuvo incursiones en la literatura bastante estimables.

Pero su gran impronta, lo que más le caracteriza es su obsesión por el sexo, si bien ahora que están haciendo una película biográfica sobre su persona y su vida, lo veremos representado como un héroe salido de un relato de Gogol o de Dostoyevsky. ¿Nos desmontarán el mito? Muchas veces no quisiéramos que lo hicieran.