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ITALIA: Un sistema en manos de la negociación

La Razón
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ROMA- La compleja naturaleza del derecho laboral italiano hace que las indemnizaciones por despido varíen mucho según los casos. Cuando una empresa realiza una rescisión colectiva de contratos no hay una normativa específica que delimite la cantidad que debe recibir el empleado. Si la sociedad continúa su actividad, durante un año el trabajador recibe alrededor del 80% de su sueldo gracias a la llamada «Cassa Integrazione», un fondo de compensación realizado con aportaciones de la empresa y de los empleados. Agotado este tiempo, o cuando el empleador se declara en quiebra, se recibe la llamada indemnización de movilidad, una cantidad mensual que varía en su duración y cuantía según los casos.

Además, el trabajador también tiene derecho a recibir la liquidación, que no puede superar la suma de la nómina de seis meses en las empresas con menos de 15 empleados. En las corporaciones con más asalariados esta cifra es variable. Se parte del principio de que la sociedad no tiene obligación de indemnizar al trabajador, dejando esta cifra a la negociación. Cuando no se consigue el acuerdo, se acude primero a un mediador y, finalmente, a un juez.