Elecciones andaluzas

Zoido hace real el sueño «imposible» de la mayoría absoluta

Uno de cada dos sevillanos que acudieron a las urnas votó a Juan Ignacio Zoido, que obtuvo el mejor resultado de la historia en Sevilla: 20 concejales, tres por encima del «listón» de 17 que necesitaba para gobernar con mayoría absoluta. Los «aires de cambio tranquilo» que el candidato del PP detectaba en la calle se confirmaron, aunque incluso superaron sus previsiones más optimistas. 

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Zoido acaparó casi el 50% de los votos, más de 165.000, lo que le concede una victoria aplastante frente al PSOE, que pierde cuatro concejales y se queda con 11. Su compañero de viaje en los últimos ocho años, IU, recibió casi 2.000 sufragios menos y «se le cae» un edil de los tres que obtuvo en 2007, dos si se cuenta al no electo. Histórico, no cabe un calificativo más idóneo para lo conseguido ayer por Zoido. Y es que en toda la historia de la democracia en Sevilla tan sólo se había producido una mayoría absoluta... y por un alcalde socialista. Fue Manuel del Valle en 1983, aunque en el caso del PP tiene muchísimo más mérito al producirse en uno de los habituales graneros de votos del PSOE, «la tierra de Felipe González», como apuntó José Luis Rodríguez Zapatero en su única comparecencia en Sevilla. El gran «animador» de la jornada electoral fue el PA de Pilar González, al que en el inicio del escrutinio le concedían dos concejales, que acabó perdiendo.

Pasadas las 22:30, comenzaron a congregarse personas a las puertas de la sede del PP-A, en la calle San Fernando. Una hora después, el servicio del tranvía fue suspendido ante la alta afluencia de personas, por encima de los dos centenares. Gregorio Serrano llegaba a la sede entre lágrimas; visiblemente emocionados Beltrán Pérez, Curro Pérez, Evelia Rincón, Ignacio Flores, orgulloso del resultado en Sevilla Este y Torreblanca, «mis distritos». «Decían que era imposible», repetían. Pasadas las 23:30, se desplegaron pancartas desde los balcones: «Gracias, Sevilla». «Ya era hora», decían los asistentes, con Fernandito, el hijo del alcalde entrante, a los hombros de Juan Ignacio, el hijo mayor de Zoido.

«Nadie daba un duro por nosotros». En los despachos de San Fernando, antes de salir, se emuló el célebre discurso de Lopera. San Fernando también estaba «acolapsada». Salieron al balcón el presidente del PP-A, Javier Arenas; el secretario general, Antonio Sanz; el presidente provincial, José Luis Sanz, visiblemente emocionado; el vencedor de los comicios, que portaba la bandera municipal, y su esposa, Beatriz; a los que, poco después, se sumó Fernandito. La última vez que Beatriz estuvo en ese balcón estaba embarazada y Zoido contenía las lágrimas por una victoria amarga, la de 2007.

Zoido comenzó dando «las gracias desde el corazón», pero, sobre todo, «desde la razón». «No os vamos a defraudar, ni a los votantes del PP ni a las personas que se me han acercado y me han prestado el voto» para «un cambio tranquilo». «Vamos a gobernar desde la razón», recalcó. «La mayoría es de los sevillanos. Hoy no hay distritos de un color u otro, los proyectos serán para todos, da igual donde vivan o a quién hayan votado», dijo. «Vamos a pasar página a la corrupción. A otra cosa, mariposa. Nuestro trabajo será transparente, responsable y tenderé la mano a quien quiera colaborar para defender a Sevilla», incidió. «Sevilla tenía la llave, y lo ha demostrado, el éxito es vuestro», dijo para finalizar.