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Mohamed VI anuncia cambios en la Constitución

El rey de Marruecos parece haber escuchado lo que le pedía la calle. Ahora falta que los cambios sean realidad.

El rey Mohamed VI de Marruecos, ayer, durante su discurso a la nación
El rey Mohamed VI de Marruecos, ayer, durante su discurso a la naciónlarazon

MADRID- «Es una respuesta a las demandas de la calle», decía ayer a LA RAZÓN Aziz el Hovayn, de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, nada más terminar el inusual discurso televisado de Mohamed VI, en el que anunció una profunda reforma constitucional que incluye, entre otros cambios, reforzar la figura del primer ministro como «presidente de un poder ejecutivo efectivo» y ampliar las atribuciones del Parlamento.

El discurso había levantado, a partes iguales, expectación y escepticismo. Y, aunque el anuncio del monarca ha ido mucho más allá de cualquier previsión, los opositores mantiene cierta cautela respecto a su resultado final: «Esto ha sido un anuncio, ahora tendremos que ver cómo se llevan adelante los cambios», añade El Havayn.

El rey anunció que se creará una comisión, presidida por Abdelatif Manuni, un miembro del Consejo Constitucional y antiguo presidente de la Unión Nacional de Estudiantes, que revisará la Carta Magna y que, en dos meses, deberá presentar sus conclusiones para emprender la reforma. Posteriormente se deberá celebrar un referéndum para dar luz verde definitiva a los cambios anunciados ayer.

Más importante aún, el monarca señaló que esos cambios darán al Parlamento el poder de designar al primer ministro y que éste será responsable de su gestión ante la Cámara Baja. Y más todavía: el jefe del Ejecutivo saldrá de las filas del partido más votado en las elecciones y no, como hasta ahora, que era designado por el propio rey. Es decir, de hacerse todo ello realidad será un espectacular cambio hacia una verdadera monarquía parlamentaria, quizás «a la española», como muchos de los manifestantes habían reclamado el pasado 20 de febrero en las calles de las principales ciudades marroquíes.


Evitar el descontento
Pero desde la oposición se puntualiza que el soberano no ha hecho ninguna alusión expresa al artículo 19 de la Constitución, que le otorga todos los poderes ejecutivos: «Tendremos que ver qué poderes se le dan al primer ministro», dijo a LA RAZÓN Selma Maarouf, del Movimiento de Jóvenes del 20 de Febrero.


Proceso de regionalización
Tampoco hizo ninguna referencia a una posible dimisión del actual Gobierno, presidido por Abbas El Fassi, que ha sido el principal blanco de las críticas de la oposición ciudadana, que identifica al «clan de los Fesíes», como se les conoce, con la corrupción que impera en las esferas de la vida pública marroquí.

Durante su discurso, Mohamed VI también se refirió en varias ocasiones a un «modelo marroquí de regionalización avanzada» que cree, entre otros aspectos, un sistema de «equilibrio y solidaridad nacional» entre las distintas regiones del Reino alauí.

En medio de la crisis que azota a todo mundo árabe, y en particular al norte de África, las autoridades de Rabat parecen decididas a cortar por lo sano con el descontento –expresado el pasado 20 de febrero en manifestaciones en varias ciudades–. La peor de las pesadillas en el reino alauí es que ese descontento, que se ciñe ahora a los universitarios, las clases medias y urbanas, pueda llegar a extenderse por todo el país, llegue a «reclutar» a sectores más populares y siga la senda marcada por las revueltas populares en Túnez y Egipto. Pero parece que Mohamed VI ha escuchado a la calle.


Se mantiene la marcha del 20 de marzo
«De momento, nada cambia», dijo ayer a LA RAZÓN, Selma Maarouf, una de las integrantes del Movimiento de Jóvenes del 20 de febrero, que mantienen la convocatoria de nuevas marchas para el 20 de marzo. Al menos de momento porque ahora todos los grupos que reclaman «el cambio» deben analizar el alcance del anuncio real. Maarouf, como los demás organizadores de la protesta, admite que «no esperaba nada importante» del discurso de Mohamed VI. Pero ahora es momento de analizarlo.