Historias de Nueva York

Christopher Mullen volvió de Cancún. Intentó desenterrar su coche de la nieve, en el párking del aeropuerto JFK, pero no pudo y acabó tomando el metro. El convoy se quedó bloqueado durante 8 horas, que él y su novia pasaron tiritando. Su historia de mala suerte es una de las muchas que hoy, pasado lo peor de la tormenta, se cuentan los neoyorquinos, impresionados por la gigantesca nevada que paralizó la ciudad desde el domingo.
El escocés Adrian Traylor llegó ese día al aeropuerto de Newark. Su destino era Las Vegas, donde iba a visitar a unos familiares. Para impresionarles vestía un «kilt», la falda escocesa, que fue su único abrigo durante las 48 horas que «vivió» en la terminal. Peor lo pasó el conductor cuya esposa se puso de parto cuando viajaban por una autopista de Nueva Jersey.
Mientras, el senador Carl Kruger, de Brooklin, acusó al alcalde Bloomberg de un «fallo colosal».