Pactar con los manteros

La irresponsabilidad de algunos políticos es tan asombrosa como inquietante. En parte es consecuencia de la ignorancia, pero también de la carencia de valores y principios. Hemos llegado a un extremo donde se ha instalado un absurdo buenismo que acaba amparando actividades ilegales. La actividad de los «manteros», que son inmigrantes sin papeles que venden productos falsificados así como películas y música, es delictiva. No podemos estar siempre con ese papanatismo de «pobrecitos», cuando forman parte de tramas organizadas que vulneran la Ley. Estamos ante un grave atentado contra la propiedad. Es sorprendente que algunos alcaldes quieran negociar con ellos y delimitar zonas donde puedan ejercer su actividad ilegal. Como culminación del disparate, al consejero de Interior catalán, Joan Saura, le parece una idea muy buena. Es tanta la inconsistencia que me quedo boquiabierto. A este paso acabarán delimitando zonas para los traficantes de drogas, los atracadores y los violadores.