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Nadie es mejor que el Barça

Será un título que nunca entrará en sus vitrinas, pero el museo del Barcelona está obligado a guardar un hueco al título oficioso de campeón del mundo que se ganó ayer el conjunto azulgrana, vigente campeón de la Euroliga, al superar al campeón de la NBA, Los Angeles Lakers, que sufrió su primera derrota ante un equipo europeo.

David Stern y Francisco González
David Stern y Francisco Gonzálezlarazon

Tres faltas técnicas y varios piques entre jugadores dejaron bien claro que el partido tuvo poco de amistoso. Los Lakers están en plena pretemporada y Kobe Bryant sigue recuperándose de una operación de rodilla, es cierto, pero no hubo un solo segundo de tregua sobre el parquet. El sueño de Pete Mickeal sigue siendo triunfar en la NBA. Mientras no se cumple, el de Rock Island se quitó una pequeña espinita y se enzarzó en un duelo personal con Bryant en el tercer cuarto que se saldó con una técnica para cada uno y algunas acciones espectaculares de ambos. No había amigos.

Phil Jackson hizo alguna concesión a un público entregado que tiñó de amarillo el Sant Jordi. Tanto Kobe (25) como Pau (36) jugaron más minutos de lo esperado, quizás forzado por lo apretado del marcador se vio obligado a situarlos en pista en los últimos minutos. El «24» no estuvo fino en el tiro, aunque la defensa azulgrana tampoco le permitió encontrar posiciones cómodas, y se limitó a anotar desde la línea de tiro libre y a culminar un par de buenas penetraciones. El de Sant Boi, por su parte, demostró que es un hombre imprescindible en el conjunto angelino y dominó la pintura como Ferran Adrià los fogones. A placer.

El choque se jugó bajo las reglas de la NBA, cosa que obligó al Barça a adaptarse en algunos aspectos del juego. El primero, el más obvio, estuvo en la línea de tres puntos, mucho más alejada de lo normal desde la frontal de la zona. La falta de práctica provocó algunas «aguas» del bando azulgrana. No tiraban cómodos (12/38), es normal. Pero mucho más cómicos resultaron los tiempos muertos, más largos de lo que es habitual en el baloncesto FIBA. La imagen de los jugadores de Xavi Pascual apoyados en la mesa, calentando y estirando, mientras los angelinos seguían atentamente las instrucciones de Phil Jackson se repitió una y otra vez. Al Barça se le hacían muy largos los descansos y Pascual no mostró ninguna intención de alargar sus discursos.

El encuentro llegó a los últimos cinco minutos igualado y los técnicos pusieron a los titulares en pista. Navarro asumió entonces las riendas, mientras la grada le gritaba «MVP», y acabó siendo decisivo. Acabó con 25 puntos, como su amigo Gasol. Mickeal, con 26, fue el mejor en ese aspecto. El otro duelo fue el del silbato, entre Pérez Pizarro y los dos árbitros americanos. Pero haría falta otra página entera para eso.


BBVA, el «banco del deporte»
Ángel Cano, consejero delegado de BBVA, ha colgado ya la etiqueta de «banco del deporte» a la entidad. La Liga de Fútbol en España y ahora la NBA son los buques insignias de sus patrocinios. ¿Cuánto le cuesta ser el banco oficial de la NBA? Como media, algo más de 15 millones de euros anuales en concepto de patrocinio y otros tantos para activarlo. Van a ser cuatro años inicialmente, pero Cano aseguró que «es un acuerdo de largo plazo, de muy largo plazo». BBVA piensa en la NBA con carácter colectivo y en los equipos de los estados sureños, donde la entidad tiene más presencia en EE UU a través de su filial Compass, según informa Jesús Martín.



-Ficha técnica
92 - Regal Barcelona (21+24+23+24): Rubio (-), Navarro (25), Mickael (26), Morris (12), Vázquez (10) -cinco inicial- N'Dong (2), Lorbek (3), Sada (3), Grimau (2), Lakovic (5) y Perovic (4).
88 - Los Ángeles Lakers (24+20+26+18): Fisher (12), Bryant (15), Odom (12), Artest (10), Gasol (25) -cinco inicial- Barnes (-), Brown (2), Blake (6), Vujacic (2), Ratliff (-), Caracter (-) y Ebanks (4).
Árbitros: Marc Davis, Jason Phillips, Emilio Pérez Pizarro. Eliminados por seis faltas personales: Vázquez (min.46).
Incidencias: Partido amistoso de la NBA Europa disputado en el Palau Sant Jordi de Barcelona ante 16.236 espectadores.