Los indignados se «rearman»

MADRID- A «hashtag» diario, los indignados están movilizando a todos sus simpatizantes para lograr una convocatoria masiva el próximo sábado. Las páginas web del movimiento 15-M son un hervidero de propuestas para incrementar paulatinamente la presencia en las calles en el aniversario de la manifestación y posterior acampada que les dio origen hace un año.

Sin embargo, a diferencia de las agresivas convocatorias del verano, cuando, recién desalojados, querían regresar a tomar la Puerta del Sol, o de octubre, cuando buscaban una movilización global con un «manual del manifestante», esta vez son más discretos. Además de las asambleas programadas y alguna movilización extraordinaria, el llamamiento no es tan masivo ni invitan a empapelar la ciudad con los anuncios de la marcha que culminará en Sol.
Eso sí, hay actividades en todas las plazas en los alrededores del kilómetro cero casi a modo de «sitio», lo que, además, les da la oportunidad de trasladar una eventual ocupación a otro lugar distinto a Sol en caso de que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado lo impidan. Además, hay convocadas conferencias sobre desobediencia fiscal y resistencia legal, para tratar de sortear las leyes que han endurecido las penas por desórdenes públicos.
Interior: «No acamparán»

La discreción de esta convocatoria es tal que no ha sido el colectivo 15-M, ni Democracia Real Ya o alguna de las asambleas quienes han pedido la autorización a la Delegación del Gobierno para manifestarse el 12 de mayo. Un tal Roberto Moncho Agud pidió a título personal permiso para «reunirse con un grupo de amigos» del 12 al15 de mayo para «planificar las protestas pacíficas» contra los recortes. Esto podría ser una «tapadera» del movimiento, pero al cumplir con todos los requisitos, la Delegación del Gobierno autorizó ayer dicha reunión aunque limitó los horarios y advirtió de que no permitirá acampar en Sol.

Sin embargo, el «calentamiento» de los indignados en las redes sociales ha surtido efecto antes de lo previsto y ya había muchos que, ante el anuncio de la Delegación del Gobierno, invitaban directamente a «hacer una acampada» o a «que venga la Policía a sacarnos de allí». El ejemplo que quieren que cunda es el de Islandia, que en 2008 protagonizó una serie de protestas pacíficas que culminaron con la dimisión en bloque del Gobierno, el procesamiento judicial de los directivos que habían llevado la banca a la ruina y la desmantelación del sistema financiero.

El ejemplo de Islandia
En 2008, ante la bancarrota del estado islandés, un grupo de personas comenzó a manifestarse a diario contra el Gobierno (en la imagen) y los bancos. La protesta terminó con un Gobierno que dimitió en bloque y la nacionalización de la banca.