Política Cultural
SGAE una campaña para lavar su imagen
En plena negociación de la ley Sinde y los cambios exigidos por Europa del canon digital, el presidente de la entidad de gestión de derechos de autor lanza una campaña para reconquistar a la sociedad: la SGAE 111@360.
La SGAE es, sin duda, una de las instituciones con peor fama de nuestro país. Desde la época en que Ramoncín se convirtió en el cabeza de turco de la entidad, hasta que su propio presidente ejecutivo, Teddy Bautista, se erigió en el blanco de acusaciones de toda índole, pasando por la impopularidad de la aplicación del canon digital que ellos mismos pusieron en marcha, la sociedad de gestión no levanta cabeza. Esta mala imagen no pasa inadvertida para su dirección, que ya el pasado año contrató a una consultora para arreglar un desaguisado que dura ya demasiado tiempo.
En el nuevo año los deberes son los mismos. Y nada más comenzarlo Bautista se presentó ayer en el desayuno del Foro de la Nueva Cultura con un plan –de nombre peculiar donde los haya– bajo el brazo: SGAE 111@360. El 111 son los años que tiene la entidad, mientras que 360 se refiere a un enfoque global de sus actividades. Además, este deseo de cambio también pudo ser motivado por la creciente presión por parte del Gobierno sobre las sociedades de gestión, que, de un tiempo a esta parte, no ve con buenos ojos a estas entidades, adscritas al Ministerio de Cultura, sobre las que podría planear una reforma impuesta. La intención de la SGAE es «reforzar el papel de la entidad ante los cambios sociales venideros, al tiempo que redobla los esfuerzos que ésta realiza para explicar su labor y dar respuesta a las peticiones y críticas de usuarios, socios, instituciones, medios de comunicación y ciudadanos, entornos con los que quiere restablecer la confianza y la cercanía», reza la introducción al siguiente decálogo.
- «Reforzaremos la publicidad de lo que es la Sociedad de Autores con una información directa y continua a través de nuestra plataforma digital». En numerosas ocasiones los portavoces de la SGAE han asegurado que su mala imagen responde a que, en realidad, el público desconoce en qué consiste su trabajo.
- «Intensificaremos la información y transparencia de nuestros sistemas de reparto, con una explicación detallada de las reglas que se aplican para garantizar que el dinero que se cobra por el uso de las obras llega a los autores». Uno de los lastres más pesados que soporta la SGAE es su cuestionada gestión, una duda alimentada por el dinero que, cada año, no encuentra dueño, y por la desproporción de las cantidades que reciben los diferentes autores.
- «Solicitaremos que la Administración Pública continúe el examen de los órganos administrativos de esta entidad». Es una auditoría a la que la SGAE se somete desde hace años que, sin embargo, no ha conseguido desmontar las críticas a la entidad.
- «Durante el primer trimestre del año, estableceremos un código de buenas prácticas, en línea con las principales recomendaciones realizadas por la Comisión Nacional de Competencia (CNC), en lo que se refiere a las relaciones con empresarios que usan nuestro repertorio». De hecho, esta institución acusó a la SGAE de «falta de transparencia en el repertorio, ya que la entidad recauda de manera preventiva», es decir, incluso en aquellos actos o locales en los que no se difunden obras contenidas en su repertorio.
- «Nombramiento durante el primer semestre del año de un defensor del cliente para que los usuarios de repertorio tengan un mecanismo aún más directo para presentar cualquier queja».
- «Propondremos a la Administración una reforma de las competencias de la Comisión de Propiedad Intelectual para reforzar su papel de intermediario y regulador de conflictos para reducir la inexplicable litigiosidad que todavía existe».
- «Aligerar las modificaciones para adaptarnos al nuevo marco legislativo que resulte de la aplicación de la sentencia del Tribunal Europeo dictada en 2010». En dicha sentencia se tildaba de «indiscriminada» la aplicación del canon digital en nuestro país, por lo que obliga a cambiar la legislación en lo relativo al uso profesional de los soportes.
- «La SGAE dedicará esfuerzo y recursos a la educación del consumidor de internet, potenciando el conocimiento de los servicios legales».
- «Intensificará las líneas de actuaciones para que los socios puedan distribuir su música y películas en internet, facilitando el acceso de la música en español a todos los principales portales internacionales.
- La entidad desarrollará específicamente una política de promoción de los autores en los recintos escénicos.
El detalle: canon digital, ¿sólo para particulares?
El deseo de la SGAE de «aligerar las modificaciones para adaptarnos al nuevo marco legislativo de la sentencia del Tribunal Europeo», es decir, las relativas al canon digital, coincide con el comienzo oficial hoy de las negociaciones entre Industria, Cultura, la patronal de empresas de Tecnologías de la Información y las sociedades de gestión, en las que deberán decidir cómo reducir el canon que se aplica sólo a las empresas o personas jurídicas, considerado «indiscriminado» por el Tribunal Europeo, una decisión que ratificó el pasado viernes.
Última oportunidad para la Ley Sinde
Las buenas intenciones de Bautista también coinciden con una semana clave para la ley que regulará las descargas en internet, la ley Sinde. Tras su batacazo en el Congreso, el Gobierno tiene una segunda oportunidad en el Senado, por lo que las negociaciones se han reanudado. El presidente del PP, Mariano Rajoy, está hablando con la ministra para «llegar a un entendimiento. El Gobierno nos llamó dos horas antes de la votación porque el PNV y Coalición Canaria le retiraron el apoyo. En todo caso, no mantenemos una oposición frontal», aseguró Rajoy. Se prevé que la propuesta llegue al Senado a finales de febrero.
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