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El cajón del pan

La Razón
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Nos cuentan que la Seguridad Social obtuvo superávit el año pasado. Pero las cuentas del 2010 han estrechado el margen entre los ingresos y los gastos por culpa del cáncer del paro que extiende su metástasis por todos los rincones del machacado cuerpo de la economía española. La caja de las pensiones ha resistido en números negros gracias a los intereses de la deuda comprada al Tesoro nacional. El Fondo de Reserva de las pensiones creado en la segunda legislatura del Gobierno Aznar ha servido para financiar al Estado. El 88 por ciento está metido en deuda soberana española y el resto en la de otros países, Alemania y Holanda, con la mejor de las calificaciones. La cuenta la ha salvado el precio de la deuda española. Resulta que al cajón del pan donde se guardan las pensiones le ha favorecido que los intereses ofrecidos por el Gobierno estuvieran empujados por la famosa prima de riesgo país que tantas gotas de sudor frío han visto caer de las frentes gubernamentales. A las cotizaciones sociales las ha mermado el paro a base de miles de bajas mensuales entre los trabajadores. Y por si faltaba algo las administraciones públicas se pasan al bando de los morosos al hacerse trampas en el solitario del dinero del contribuyente.
Aquellos que negaron la crisis primero para después anunciar su final a cada instante se ven ahora cercados por su propio desastre. Lo preocupante es que no van a quedar ni unas migas en el cajón. Ya ocurrió en 1996 cuando la paga extra de las pensiones de aquella Navidad fue abonada con el dinero de un crédito.