Grecia
El miedo es libre por Soledad PELLÓN
El ciudadano medio se pregunta por qué las dificultades de Grecia, Irlanda y Portugal nos afectan directamente. Cuando comenzó la crisis, salieron a la luz los problemas de deuda que tenían ciertos países de la periferia, entre los que se encontraban España y los antes citados. Problemas que superaron la capacidad de Grecia para satisfacer sus necesidades de liquidez, después la de Irlanda y ahora la de Portugal.
España intentó en principio reavivar su economía endeudándose con más ayudas sociales pero, al no tener éxito, la UE le invitó a tomar medidas restrictivas. Pese a haberlas acatado, elevando la edad de la jubilación o recortando salarios públicos, los problemas de deuda siguen siendo obvios, así como los de nuestro sistema financiero, aún pendiente de reestructuración.
Además de sus problemas de deuda, todos estos países tienen un industria relativamente limitada y una dependencia energética considerable que les hace más vulnerables para poder salir por sí solos de la crisis.
Estas similitudes con Grecia, Irlanda y Portugal son las que provocan que cada vez que los problemas de alguno de estos países se intensifica salten las alarmas del miedo y los inversores castiguen a España por estar en el mismo saco que nuestros vecinos. Esta desconfianza se ha visto recientemente acrecentada por la posibilidad de que Grecia tenga que reestructurar su deuda.
En conclusión, el efecto contagio es muy fuerte entre los países de la periferia por las similitudes antes comentadas a pesar de que España ha tomado medidas más sólidas y anticipadas que nuestros vecinos, por eso seguimos en el punto de mira. Sin embargo, somos optimistas y creemos que esto podría ser sólo una racha de pánico. La UE está, ahora más que nunca, apoyando a España para que no tenga que ser rescatada, aunque sin duda el pulso contra el miedo será difícil y veremos más vaivenes como estos.
Soledad PELLÓN es analista de IG Markets
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