España se «blinda» contra un ingreso catalán en la UE

MADRID/BRUSELAS- El ministro de Exteriores ya lanzó un aviso a la Generalitat el pasado jueves. En plena semana «grande» del independentismo catalán, el jefe de la Diplomacia española advirtió a Cataluña de que si aspira a entrar en la UE como nación deberá contar con el «sí» de todos los socios. Incluida España. Margallo declaró que «en el marco constitucional español no cabe la secesión unilateral, pero en el supuesto de que haya una secesión en un Estado miembro de la UE, la nación de nuevo cuño tendrá que pedir la adhesión y ponerse a la cola».

El último toque de atención llegó el lunes. El «club de Berlín» (grupo de reflexión de once países sobre Europa) firmó en Varsovia un documento en el que por expreso deseo de España se incluye la necesidad de mantener la unanimidad para aprobar a nuevos socios. Tras cinco reuniones, los cancilleres de España, Alemania, Francia, Italia, Austria, Bélgica, Dinamarca, Luxemburgo, Holanda, Polonia y Portugal han acordado avanzar hacia una mayor integración política como forma de salir de la crisis. El texto, que no es vinculante, aboga por que la «mayoría cualificada» se imponga a la unanimidad en la reforma de tratados, «con la excepción de la ampliación».

Y es que la intentona nacionalista catalana viene sintiéndose con fuerza en Bruselas los últimos meses. La última operación ha sido la presentación ayer por parte de los eurodiputados Ana Miranda (BNG, en nombre de ERC), Ramón Tremosa (CiU) y Raül Romeva (ICV) de una pregunta parlamentaria a la Comisión para que se pronuncie sobre si «un referéndum democrático de autodeterminación en una región europea es conforme a los principios democráticos del Tratado de la UE, especialmente, los artículos 2 y 10». Recalcan que la manifestación del 11 de septiembre hizo «evidente que en el corazón de la UE hay en marcha un proceso democrático, inclusivo y europeísta».

Además, preguntan al Ejecutivo comunitario si «para el buen funcionamiento de la Unión, le corresponde establecer una hoja de ruta democrática y transparente, para un eventual proceso de independencia de Cataluña». En este sentido, los representantes de CiU, ICV y ERC apuntan que «un proceso claro y democrático es indispensable para garantizar los derechos democráticos y políticos de los catalanes –ciudadanos europeos–, así como los derechos adquiridos de los ciudadanos europeos con nacionalidad no española que residen en Cataluña».
A su juicio, la intervención de Bruselas en el proceso podría «dar seguridad jurídica también a las inversiones internacionales y europeas en Cataluña, especialmente por el hecho que este territorio europeo integra el mercado común y la zona euro», señalan los nacionalistas.