Marbella

Vaitiare descubre el lado oscuro de Julio Iglesias por Jesús Mariñas

Julio la adoraba porque «lo mismo me recuerda a Isabel que a Chábeli», me dijo el cantante más de una vez. El exotismo y los pechos grandes siempre atrajeron al semi gallego. Obseso del sol, ahora una de sus ex, Vaitiare, descubre que también lo era del sexo compartido y de algún alucinógeno. Pasó por «DEC».

Vaitiare también fue pareja del cómico Pedro Ruiz
Vaitiare también fue pareja del cómico Pedro Ruizlarazon

En el plató explicó dos momentos muy diferentes: el lastimero año 86 que pasó junto a Kimera y Nakachian en Marbella, durante el que alternó amoríos con Kitín Muñoz y Pedro Ruiz. El cómico sigue representado su «Escándalo en Palacio» que triunfa en todos los escenarios donde lo interpreta. Tal vez ahora que la pieza está más labrada regrese a algún teatro madrileño y recoja más exitos.

Vaitiare se contradijo a lo largo de toda la entrevista. Cuando se lanzaba para desvelar algo, reculaba con un «quiero mucho a Julio y a su familia». De ahí que no se entienda la necesidad de sacar a la luz sus presuntas perversiones un cuarto de siglo después de terminar su relación. Un romance que vi comenzar en el Sun City surafricano cuando Julio fue allí para inaugurar su casino. La joven no salía de su suite porque a él le avergonzaba que le vieran con una mujer tan joven «de ahí que Alfredo Fraile me recomendase decir que tenía 22 años en vez de 18». Cuenta que alcanzó la mayoría de edad la primera vez que pasó la noche con Julio. El intérprete la sorprendió con un Cartier Pantera en oro que solía ofrecer a todas sus conquistas. Era todo un alarde porque por entonces costaba un millón de pesetas, aunque él los adquiría en Puerto Rico a mitad de precio. Rocío Jurado también lo haría años más tarde.

La reaparición de la ex amante se produjo gracias a los trámites de Nakachian que negoció el paquete televisivo por el que acudirá también a «Espejo Público». La operación la remató Carlos Mundy, quien también se entrometió en el tema. Hoy, Vaitiare tiene 45 años, dos hijos y está mucho más atractiva que antes, al lado de Edgard, su marido. Sorprende que «Julio me dió permiso para mi libro, ‘‘Muñeca de trapo''. Cuando le comenté que iba a escribir unas memorias me dio el visto bueno», aseguró. Me extraña, ya que Julio es muy celoso de su intimidad. Sorprende también descubrir que le encantaban los tríos definidos por la joven como «lógica fantasía masculina».