Nueva York
El mejor «riff» de Renée Fleming
La diva Renèe Fleming, una de las más cotizadas del mundo, se ha despojado de todo su lirismo, "como si se pusiera a un 'ferrari' a cruzar una zona escolar", para "Dark Hope", un disco en el que se "refrena"para explorar con voz natural en el lado "oscuro"de temas de Muse, The Mars Volta o Tears for Fears.
Su «reinado lírico» en el Met de Nueva York ya no es suficiente. O quizá haya sido demasiado largo. Pero lo cierto es que entre renovarse o morir, Renée Fleming lo tiene claro. Veinte años de memorables Violetta, Thaïs, Manon y Armida necesitaban un vuelco porque, según asegura ella, «llevo mucho tiempo en lo mismo y me aburro. Necesito arriesgarme». Así que, ¿qué mejor que un disco de versiones para que esta soprano se suelte la melena? Pero nada de clásicos del soul. Fleming pone un pie fuera de la ópera con temas de Arcade Fire, Muse, Peter Gabriel... y en el que la nota más suave la pone el «Hallelujah», de Leonard Cohen. «Dark Hope» (Decca) es el resultado.
Pero si alguien imagina que en este álbum encontrará algo parecido a Andrea Bocelli o Il Divo se equivoca. Aquí, de pop ópera, poco: «No quería hacer "crossover", sino sonar auténtica, así que elegí el tono de voz que utilizo al hablar. Los cantantes líricos proyectamos mucho la voz así que tuve que contenerme constantemente». Sin embargo, para llegar a este punto la intermediación de David Kahne (productor de The Strokes, Sublimes y The Bangles, entre otros) fue esencial: «Cuando me lo propusieron pensé que no me conocían lo suficiente. De todas las canciones sólo había oído "In your eyes", de Peter Gabriel. Después me sorprendió la calidad de la música, su sofisticación, armonía y, sobre todo, las letras. Fue Kahne quien me guió en todo este proceso, principalmente, en encontrar el tono de voz adecuado», asegura la cantante.
Aunque es consciente de lo susceptible que puede ser su público con este cambio profesional, Fleming cree que «siempre habrá alguien que lo critique, pero a mí me convenció porque se trata de un proyecto íntegro. Además, nuestra generación escucha todo tipo de música». Incluso, puede que «Dark Hope» no resulte un proyecto aislado: «Si al público le gusta no voy a ser yo la que diga que no a otro disco de este estilo o, por qué no, a subirme a un escenario a cantar estas canciones».
Para esta madre de dos hijas que ya tiene la agenda profesional completa para los próximos seis años, este no iba a ser su gran desafío. «Lo más difícil ha sido conciliar trabajo y familia, pero desde un principio decidí que durante el curso escolar no viajaría. Por eso canto tanto en el Met», confiesa. En este sentido, Fleming reivindica la necesidad de «hacer que los niños se interesen por la música. Ahora ya no funciona lo de que "cuando era pequeño mis padres me llevaban a los conciertos y ahora voy yo". Me parece muy interesante que los estudiantes estén experimentando con mezclas tan curiosas como Coldplay con Stravinsky». Y que ella lo haga con el pop rock a nosotros también.
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