Actualidad

Discurso navideño en clave preelectoral

Griñán dice que ha sufrido «con cada empleo perdido»

El presidente de la Junta advirtió de que la crisis «no tiene visos de remitir»
El presidente de la Junta advirtió de que la crisis «no tiene visos de remitir»larazon

SEVILLA- El presidente de la Junta se dirigió ayer a los andaluces por última vez en la actual legislatura para felicitar la Navidad. Puede ser también la última vez que se produzca esta alocución, ya que el presidente del PP-A, Javier Arenas, ha reiterado que sustituirá este mensaje por un debate televisado de resumen del año en el Parlamento.
 Griñán aprovechó los minutos en «prime time» en la televisión pública andaluza para mostrarse en sus primeras palabras como un presidente angustiado por la repercusión de la crisis económica en la ciudadanía. «He sufrido con cada empleo perdido, con cada empresa cerrada, con cada joven andaluz que no ha encontrado su oportunidad», dijo. La frase recordó mucho a otra similar que pronunció el ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero en otra intervención televisiva: «Si algo me quita el sueño es sin duda alguna las personas que pierden un empleo», apuntó.
 La coyuntura económica centró su discurso. En esta ocasión, el mensaje no era optimista –¿quizá por el Gobierno de Rajoy?–. «Me gustaría poder anunciaros esta noche que la crisis tiene visos de remitir. Sin embargo, no parece que vaya a ser así», pronosticó. Los brotes verdes que antes aparecían con frecuencia se tornan ahora en dudas e incertidumbres.
Y a ese panorama sombrío que dibujó, le acompañó otra advertencia: «No permitamos que la crisis arrase los derechos sociales que con tanto trabajo hemos construido a lo largo de estos 30 años». Para restarle ambigüedad al mensaje, concretó: «Derechos irrenunciables como la sanidad o la educación universal pública, que nos hacen a todos y a todas iguales». Es el eje central de la campaña del PSOE, que ya repitió en las elecciones municipales y generales: el PP privatizará la sanidad y la educación, políticos que los populares repiten que quedarán al margen de los ajustes.
Frente a esa amenaza, Griñán se presentó ayer como el garante de esos derechos: «En Andalucía nadie va a quedarse atrás por culpa de la crisis», defendió.
El otro gran asunto al margen de la crisis, el de la corrupción, lo despachó con una frase. Tras las palabras del Rey en su discurso –en medio de la polémica sobre os negocios de Urdangarín–, el jefe del Ejecutivo andaluz no podía obviar el escándalo de los ERE, que salpica directamente a la Junta de Andalucía. «Debemos ser exigentes y contundentes con el comportamiento de aquellos que, desde lo público, busquen el enriquecimiento personal o defrauden la confianza puesta en ellos». Ésa fue toda su aportación, que además incluyó un mensaje al PP-A sobre la forma en la que utiliza este tema: «Y debemos dejarnos de debates estériles y de convertir la política en una contienda en la que se use más la descalificación del adversario que las ideas y las propuestas para los ciudadanos».
El presidente andaluz también se acordó de colectivos en difícil situación, como «los pescadores de Barbate o la gente del campo». Y tuvo recuerdos para funcionarios, mayores, el fin de ETA y las víctimas de «violencia de género». Nada de «ámbito familiar».