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Polémica por el «spot» de Freixenet por Jesús Mariñas
No todo el mundo brinda feliz con el anuncio de las burbujas navideñas. Hay a quienes no les ha gustado el «spot», según comentaban los enterados en danza durante la gala de estrellas del ballet ruso con el que culminó el año dual España-Rusia. El acto fue presidido por los Reyes –Don Juan Carlos asistió con sus ya famosas gafas oscuras– y Svetlana Medvedeva, la esposa del presidente ruso. Chocó que no sonaran los himnos nacionales de los respectivos países cuando sus representantes ocuparon el Palco Real, algo que debería ser de protocolo obligado cuando el Rey asiste a un acto así. «Lo harán para acortar», aseguraron algunos, mientras otros comentaban ante Víctor Monturiol –recién llegado de San Petersburgo, donde actuó nuestro Ballet Nacional– cómo Sara Baras y su anuncio de Freixenet han molestado a nuestros danzantes españoles, o más bien a sus directivos. «Les parece que como pareja de José Carlos Martínez podían haber escogido a alguna figura de la Compañía Nacional de Danza y no a Sara», dijeron, mientras Monturiol hablaba de la sorprendente petición que le hizo Joaquín Cortés, antaño íntimo de Giorgio Armani: «Se trataba de un par de días de trabajo y me asombraron sus pretensiones: me pidió 150.000 euros, una cantidad desorbitada teniendo en cuenta su situación actual», aseguró.
En esta ocasión, al Real acudieron pocos vips y no hubo casi presencia política, salvo Alberto Ruíz-Gallardón, que sigue a la espera de las decisiones de Mariano Rajoy, quien todavía no suelta anticipos. También estuvo Trinidad Jiménez, tan risueña como siempre. Entre los habituales en el «photocall», destacó Carmen Lomana con un aire lánguido y maquillaje fantasmal que combinó con un vestido de encaje negro y forro salmón a media pierna muy años 40. «Lo estrené en la última salida que hice con mi marido», me dijo. «¿Hace cuánto de aquello», le pregunté por el simple hecho de encajar fechas, pero no se acordaba, lo que me hizo malpensar que la emoción obnubiló sus recuerdos.
Fue una alegría verla, al igual que a Carmen Alboch, sin su alborotada melena. Su pelo está domesticado «por la crisis», bromeó. «Hay que prepararse para la que se avecina», dijo sin buscar similitud con la serie de José Luis Moreno, que pronto tendrá su versión norteamericana. En Los Ángeles supervisará la ficción su sobrino y guionista, Abel Caballero, que viajará a EE UU con la espectacular Vanessa Romero.
El padre Lezama, que venía de supervisar el bar que regenta en la Plaza de Oriente , también estuvo en esta velada del Real, en la que asombró Svetlana Zakharova con su interpretación del aparentemente sencillo «Revelation». Gustó más que en la «Carmen» de Plisetskaya, quien acaba de cumplir 86 años, según me contó Ricardo Cué, que fue su mano derecha española y que ahora trabaja en la preparación de Sergi Bernal.
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