La CES lamenta que la Junta prioriza el empleo público sobre las empresas

Sevilla- Los empresarios lanzaron ayer un grito desesperado. Las dificultades para acceder a la financiación, junto a los impagos de las administraciones, están asfixiando a las empresas sevillanas. Éste es el nefasto panorama que dibujó ayer el presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), Miguel Rus, quien no dudó en asegurar que los empresarios «están pasando del miedo al pánico al no saber cómo será el futuro».

Se estrenaba Rus analizando la actualidad económica local y lo hizo sin medias tintas. Directo y claro, sabedor de que las expectativas son «muy negativas» y resignado porque esperaba un cambio de tendencia en otoño. Pero la cruda realidad sigue imponiendo su criterio. Uno de los problemas que más preocupan a la patronal es la falta de liquidez y la «nula planificación de pago» de la Junta de Andalucía, hasta el punto de que la Administración autonómica «sólo defiende el empleo público a toda cosa, en detrimento de la actividad empresarial».

Esta política, a su juicio, «la pagamos los particulares y las empresas, que son las que generan más empleo directo», por lo que instó a flexibilizar el objetivo de déficit –tomando como ejemplo el modelo americano– para mantener la inversión y evitar la pérdida de empleo.
Ante la elaboración de los presupuestos autonómicos, el presidente de la patronal sevillana instó al Gobierno andaluz a tomar «decisiones difíciles, incluso injustas, como hacemos las empresas para salvar la situación e impulsar la salida de la crisis», cifrando los ajustes en el 30 y 40 por ciento. En este sentido, remarcó que «por una semana de retraso en la toma de decisiones, se tarda un mes más en salir de la crisis y en Andalucía se están tomando de las últimas». Como dato significativo, recordó que durante los seis primeros meses del año se han cerrado en la provincia 492 empresas.

El actual clima de confrontación política es un asunto que preocupa a la patronal. «Me gustaría ver una semana completa en la que no se produjeran enfren-tamientos entre administraciones», especialmente entre el Ayuntamiento y la Junta. Un ejemplo de esta circunstancia es la negativa del Gobierno andaluz a ejecutar las restantes líneas del metro. En opinión de Rus, «mientras en Sevilla se discute, nos pasan por encima dos líneas del metro de Málaga y Granada» y reclamó la terminación de las ampliaciones tranviarias hacia Dos Hermanas y Alcalá, que se encuentran al 60 y al 80 por ciento. La ley de capitalidad fue otra reivindicación de la CES. Una norma que «garantizaría un esfuerzo inversor en función del número de habitantes».