Saná

La inseguridad en Yemen obliga a evacuar la embajada española

La Razón
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MADRID- El Gobierno español ha retirado a su personal de la embajada en Saná, la capital de Yemen, «de forma temporal y por razones de seguridad». Los últimos acontecimientos en el país han forzado a tomar una decisión que implica a diez funcionarios españoles. Según fuentes diplomáticas, la evacuación del personal se produjo en la madrugada de ayer y «después de que se completara la salida de los miembros de la comunidad española que así lo solicitaron». La reducida colonia de expatriados en Yemen la integraban unas 35 personas, de las cuales al menos ocho miembros de Médicos Sin Fronteras habrían decidido quedarse en el país.
Tras el comienzo de las revueltas en el mundo árabe, el Ministerio de Exteriores sólo ha evacuado una legación diplomática, y ha sido la de la capital libia, Trípoli, aunque el Ejecutivo de Zapatero aún no ha roto relaciones de forma oficial con el régimen de Muamar Gadafi pese a que sí integra la coalición internacional contra los ataques del dictador a la población civil. Por el momento, Gran Bretaña y Estados Unidos también han cerrado sus embajadas, y Alemania ha reducido su presencia a la mitad.
Al cierre de esta edición, según la agencia de noticias Reuters, el todavía presidente yemení, Ali Abdula Saleh, ofreció una amnistía para los miembros del Ejército que se han atrevido a pasarse a la oposición y le han exigido que se marche.
«Anuncio una amnistía general para quienes han cometido insensateces antes y después del lunes. Lo consideramos una insensatez y una reacción a lo que ocurrió el viernes», dijo el mandatario en unas declaraciones a la televisión estatal. Según diversas estimaciones, al menos medio centenar de personas murieron el viernes tras ser tiroteadas por las fuerzas del régimen, que trataban de reprimir una manifestación en Saná. Esto hizo que el general Ali Mohsen, comandante de la zona militar noroeste y miembro del clan Al Ahmar, al que también pertenece el presidente, se decidieran a apoyar a los que piden cambios. Por otro lado, en su enésimo anuncio del mismo estilo, Saleh dijo –tratando de ganar tiempo– que está dispuesto a traspasar el poder de forma pacífica, aunque no especificó cuándo tiene pensado hacerlo ni con qué condiciones.