Primera reunión Griñán-Zoido en mitad de la tormenta económica

Sevilla- La reunión de hoy entre el presidente del PP-A, Juan Ignacio Zoido, y el máximo mandatario andaluz, José Antonio Griñán, se produce en el peor momento de la tormenta económica y cuando arrecia, también con fuerza, la tormenta de la confrontación. Si el resultado es el compromiso de abrir un camino de pactos, irá en la dirección que marca la calle. Otra cosa es la consistencia de los compromisos. En poco quedaron los adquiridos en la pasada legislatura tras las dos rondas de contactos que abrió Griñán con la oposición.
La encrucijada económica marcará la reunión. Como telón de fondo está la decisión de Valencia –con Murcia y Catuña haciendo cola– de acudir al fondo de liquidez dispuesto por el Gobierno. Andalucía no va a recurrir a este rescate. Así lo han afirmado en los últimos días el vicepresidente Valderas y ayer la consejera de Presidencia, Susana Díaz, pero los problemas de Andalucía para financiarse son cada vez más acuciantes. El propio Griñán lo ha reconocido. Los retrasos en los pagos se extienden cada vez más –los últimos en protestar han sido los centros de dependientes psíquicos, que acumulan una deuda de 44 millones– y la garantía de que Andalucía cumpla con el objetivo de déficit del 1,5 por ciento marcado para este año es más que difusa. Aún tiene pendiente Griñán rehacer su plan de reequilibrio 2012-2014. El compromiso es no infligir un doble castigo a los funcionarios tras la eliminación de la paga de Navidad decretada por el Gobierno. Y el Gobierno esgrime la Ley de Estabilidad, que contiene la posibilidad de la intervención, como una espada de Damocles.
Se conoce lo que llevará bajo el brazo Zoido. Un plan para recortar 500 millones de gasto corriente: en la factura de telefonía móvil –que es de 356.000 euros al mes– arrendamiento de edificios o intereses de deuda. La última reunión de Griñán con el líder del PP-A –entonces Arenas– fue a finales de junio de 2010. El tema estrella fue el enterrado proyecto de caja única. La reunión la precedió la «espantada» de Griñán de su escaño, en marzo de ese año, cuando Arenas iba a entregarle un documento con sus 103 medidas para la creación de empleo. Están citados a las seis de la tarde en el Palacio de San Telmo. El escepticismo es máximo.