John Dickson: «Los católicos conocen a sus curas en persona y los aprecian»

LONDRES- John Dickson fue sexualmente acosado por un sacerdote en su infancia, pero no perdió la fe. Sacerdote y durante muchos años formador en un seminario, ahora es el rector de la comunidad de la parroquia salesiana del Sagrado Corazón, en Battersea, Londres.

–¿Cuál fue su reacción al conocer los abusos que han salido a la luz en los últimos años?
–Yo fui personalmente y violentamente acosado por un sacerdote cuando era niño. Puedo decir, por lo tanto, que deploro este comportamiento. Creo que la tendencia que antes tenían las autoridades de la Iglesia para tratar de evitar el escándalo estaba equivocada. Lo agravó la falta total de comprensión de la profundidad del problema y dio lugar a injusticias reales que sólo ahora están saliendo a la luz. Sin embargo, este período difícil ha puesto en marcha procesos para saber la verdad y permitir una vía de reconciliación con las víctimas.

–¿Cómo lo ven los feligreses?
–Están conmocionados y entristecidos por los informes, pero la mayoría de los católicos conocen personalmente a sus sacerdotes, les tienen aprecio y están contentos con su labor. Es una minoría de clérigos la que hizo un daño incalculable a sus víctimias y a la reputación de otros sacerdotes.

–¿Cómo es su parroquia?
–Fue fundada en 1874 para atender a los inmigrantes irlandeses. Ahora sirve a inmigrantes de Nigeria, Ghana, Italia, Polonia, Filipinas, India... Tenemos 75 «servidores del altar», de 6 a 30 años, que se revisten para ayudar en la liturgia, algo bonito y alentador. Atendemos una escuela de primaria con 400 niños, educación católica gratuita. Y un colegio salesiano de secundaria, con 500 alumnos, incluyendo inmigrantes de grupos muy pobres.

–¿Qué piensa del «nuevo ateísmo», de autores como Richard Dawkins, muy leídos?
–Heredan los dogmas del radicalismo del siglo XIX y el anticatolicismo visceral de siempre en Inglaterra. Su dogmatismo científico no impresiona a los verdaderos científicos, pero son populares en grupos sociales con menos formación.

–¿Qué opina del viaje del Papa?
–Fue difícil conseguir entradas a los actos hasta el último momento. Por culpa de los temas de seguridad, todo ha sido muy complejo y burocrático.