Al menos 45 muertos en una nueva jornada de violencia en Siria

El grupo opositor Comités de Coordinación Local (CCL) informó en un comunicado de la muerte de trece personas en Homs, once en la localidad de Nawa en Deraa (sur), nueve en Alepo (norte), seis en los alrededores de Damasco, cuatro en Idleb (noroeste) y dos en Hama.

La represión de las fuerzas leales al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, volvió a centrarse en el bastión opositor de Homs, donde ayer murieron 32 personas, una veintena de ellas en el ataque e incendio de dos edificios residenciales.

Los CCL indicaron que en Homs se oyó una fuerte explosión en el barrio de Bab Saba, mientras los "shabiha"(matones del régimen) y las fuerzas de seguridad dispararon con armamento pesado en otros barrios como Al Bayada y Al Jalidiya.

En cuanto a la población meridional de Nawa, las víctimas mortales, entre las que figuran tres mujeres y un niño, se produjeron al abrir fuego las fuerzas del régimen contra los asistentes al funeral de un estudiante asesinado la víspera.

Pese a que la localidad se encuentra sitiada y hay un gran despliegue de militares y fuerzas del orden, un gran número de habitantes acudió a las exequias. En esa zona también se desencadenaron combates entre las tropas del régimen y el Ejército Libre Sirio (ELS), que agrupa a los desertores.

Mientras, en los alrededores de Damasco, murieron dos personas, una de ellas un niño de once años en la localidad de Hamurieh. Las protestas contra Al Asad se extendieron hoy a la provincia de Alepo en una jornada bautizada por algunos grupos opositores como "Viernes del derecho a defenderse".

En Alepo, donde la revuelta no ha caldo de forma tan intensa como en otras ciudades y la represión ha sido menor, los fallecidos se debieron a los disparos de las fuerzas de seguridad y de francotiradores contra los civiles.

En cuanto a Idleb, el grupo opositor señaló que se han producido explosiones cerca de un mercado y de la sede de la Seguridad del estado de la ciudad.

La violencia se recrudece en Siria pese a la presencia sobre el terreno de una misión de observadores de la Liga Árabe, que llegó al país hace un mes. Más de 5.000 personas han muerto en Siria desde el comienzo de la revuelta el pasado marzo, según las últimas cifras de la ONU, aunque los opositores indican que las víctimas mortales superan los 6.000.