Enfermedades

Este año sí que es mala por José Antonio VERA

Este año sí que es mala, por José Antonio VERA
Este año sí que es mala, por José Antonio VERAlarazon

Se habló mucho en 2010 de la Gripe A, pero por lo que se ve la de este año sí que es mala. Hay abundancia de casos a nuestro alrededor. Por eso en estos momentos conviene recordar que se trata de una dolencia que viene con fiebre mayor a 38ºC, tos frecuente e intensa, dolor de cabeza, malestar general, dificultad para respirar, problemas de garganta, congestión nasal, dolores musculares y falta de apetito. Es conveniente permanecer en el domicilio aislado, no ir al trabajo ni a la escuela, evitar multitudes, no automedicarse, lavarse frecuentemente las manos, mantener los ambientes limpios y ventilados y saludar sin dar la mano ni beso alguno.


Para soslayar el contagio es conveniente no llevarse las manos a la cara, ojos, nariz y boca, no estar con gente enferma de gripe A y evitar generar climas húmedos propicios para el desarrollo viral en las vías respiratorias altas. El uso del gel de alcohol para la prevención y la desinfección es conveniente porque vuelve inactivo al virus y lo mata. Además, también mata al virus el sol, el calor, la luz, el yodo, el agua oxigenada y el jabón.


Tomar antivirales antes de que aparezcan los síntomas no sirve de nada porque no previene el contacto ni aminora la sintomatología. El medio natural del virus es la humedad de la mucosa de la nariz, boca y ojos. Cuando una persona contagiada tose o estornuda, puede contaminar sus manos, billetes o cualquier superficie que podría ser transmisora. El microorganismo se desarrolla y expande dentro del cuerpo. Fuera de él, por ejemplo en superficies como papel, picaportes, barandas, teléfonos, platos o vasos, el virus puede vivir hasta 10 horas. Pero es verdad que no tiene ni patas ni alas. Viaja en la saliva y en las mucosas. Al respirar, estornudar o toser, partículas de saliva o mucosidad entran en circulación y pueden contagiar.
En promedio de incubación es de 2 a 7 días. Los síntomas aparecen en cualquier momento. Una de sus características contrastadas es la rapidez en su manifestación y la virulencia de sus síntomas.


Además de eso, y como norma general, conviene tomar medidas preventivas. Por ejemplo, evitar las corrientes de aire, en especial cuando nos dan por la espalda o en la nuca, proteger el cuello y los oídos del frío intenso, mantener los pies calientes, no tomar exceso de dulces, y ser generoso con la vitamina C, el zinc, el ajo, la cebolla, la cayena, el limón, las manzanas, las mandarinas, la echinacea y el shiitake, para fortalecer las defensas y ayudar a que nuestro interferón natural derrote a los virus, aunque sean del tipo H1N1 de la «gripe A».