Bruselas

El día décimo de la riada

La Razón
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Cuando se produjo el terremoto de Lorca y Zapatero prometió el oro y el moro a los afectados por los seísmos muchos críticos con la gestión de su Gobierno, entre los que me encuentro, fuimos tachados poco menos que de antipatriotas. Era la segunda vez que el PSOE sacaba de paseo tal acusación, pues ya antes, el 9 de enero de 2008, recurrió a ella cuando le criticaron su inacción frente a la crisis, una crisis, por cierto, que veía todo mundo menos el iluminado socialista. Supimos más tarde que Zapatero no lanzaba el «doberman» contra los críticos a sus ayudas a Lorca y su retraso en materializarlas, pues para entonces ya había anunciado su retirada de la primera línea de la política, sino contra algunos de sus compañeros de filas que, aprovechándose de la desgracia, hacían campaña electoral en ese municipio. Ni siquiera las «tiritas» puestas sobre la herida evitaron el daño que semejante acción provocó entre los socialistas murcianos. Y aún hoy, mientras la herida sigue sin cauterizar, se recurre a idénticas artimañas para laminar a Valcárcel y a los alcaldes del PP de la zona afectada por la tromba de agua del pasado 28 de septiembre. Pero mire usted por donde que vuelven a reaparecer semejantes acusaciones justo el día décimo de la riada, cuando el presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, el alcalde de Puerto Lumbreras, Pedro Antonio Sánchez, y el concejal de Economía de Lorca, Luis Amador Pérez, regresan a Murcia desde Bruselas con 75 millones bajo el brazo de los Fondos de Solidaridad europeos, el máximo previsto por la UE para catástrofes naturales. Y, por si fuera poco, también ayer, justo el día décimo de la riada, el consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, anunciaba que los fondos destinados al entubamiento del Segura en el pantano del Cenajo sean destinados a paliar los destructores efectos de la tormenta. Por muchas «tiritas» que se pongan al asunto el PSOE no tiene ningún argumento serio, por lo que se aconseja eso que decía Borges de que no hables al menos que puedas mejorar el silencio.