Italia

Sin sospechas

La Razón
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Alberto Contador, salvo catástrofe, se proclamará vencedor del Giro. No será la primera vez que lo haga, aunque tal vez sea la única ocasión en que no pueda incluirlo en su palmarés. Sobre el gran campeón español no sólo pesa la sospecha del dopaje, sino también la amenaza de que el Tribunal de Arbitraje del Deporte lo sancione y, de consuno, pierda el Tour en el que le fue encontrada aquella insignificante muestra de clembuterol y la carrera que tan brillantemente está ganando.

El «caso Contador» se presta a discusiones de tipo legal dado que la sustancia perseguida que apareció en su cuerpo es insuficiente para que se pueda hablar de que con ella obtuvo alguna ventaja en la competición. Ahora, en Italia, donde la persecución del dopaje es intensa, y los jueces inflexibles, no ha dado positivo en ninguna de las etapas en que ha mostrado superioridad sobre sus adversarios. Se está yendo hacia el podio sin que ninguno de los italianos le haya cortado el paso. Si ahora, controlado a diario, no encuentran en el laboratorio la mínima prueba de dopaje, habrá que convenir que quien muestra condiciones tan extraordinarias no necesita el microgramo de clembuterol para ganar el Tour. Ello, no obstante, es delito deportivo, salvo que finalmente sea exculpado.

Contador ha demostrado que no necesita ayudas farmacológicas para ganar. Sin embargo, podría ser sancionado. Y todo por algo insignificante. Injusto sería que con él se pretendiera sentenciar ejemplarizantemente. Posdata. El Barça juega el sábado la final europea. El Madrid será noticia con fichaje bomba.