Congreso Extraordinario del PSOE

Rubalcaba no se plantea soltar lastre en el Gobierno hasta septiembre

No hay vuelta atrás, una vez tomada la decisión de apostar por el incombustible Alfredo Pérez Rubalcaba, «caballo ganador» para el aparato del partido. Nadie osaría ahora plantar cara al que muchos consideran el Mesías, que salvará al PSOE de la hecatombe electoral anunciada por las urnas el 22-M. Por eso, el presidente del Gobierno le ha dado vía libre para hacer y deshacer a su antojo.

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En estas particulares y peculiares circunstancias, José Luis Rodríguez Zapatero, que aún se recupera de la tormenta perfecta que ha estado a punto de derrumbarle, ha optado por dejar en manos del hasta la fecha su número dos la decisión de si puede o no llevar sobre su espalda una carga tan abultada y pesada como la actual: la vicepresidencia primera, la portavocía del Gobierno, el Ministerio del Interior y la candidatura socialista a la presidencia del Ejecutivo a las generales de marzo de 2012.

Fuentes gubernamentales consultadas por LA RAZÓN confirman que Rubalcaba no soltará, al menos, de momento, lastre. Es decir, el candidato socialista, experto en el arte del funambulismo, continuará ejerciciendo un estricto control sobre todos los cargos que desempeña en el Gobierno. Para ello, en Interior confía en su segundo, Antonio Camacho, secretario de Estado de Seguridad. Además, en el Gobierno se considera un error que Rubalcaba dejara esta cartera en estos momentos cruciales de la lucha contra ETA. «No endría sentido que tirara la toalla cuando la banda está dando sus últimas bocanadas», aseveran fuentes del Ejecutivo. Mientras, la Portavocía gubernamental se cree una magnífica plataforma para conectar a diario con la sociedad española y, por ende, con el electorado que el 22-M castigó al PSOE sin su voto.

De ahí que otras fuentes del Ejecutivo vean «prematuro» en este instante que el vicepresidente despeje su agenda de compromisos gubernamentales para centrarse en su nueva misión: ganar a Mariano Rajoy las elecciones generales. En este contexto, caerá en saco roto la demanda puesta en las útimas horas encima del hervidero socialista por el dirigente extremeño Guillermo Fernández Vara, partidario de que el «candidato» concentre su energía en una «victoria democrática» en 2012 para lo que considera clave soltar lastre.

Pese a que haga caso omiso de las peticiones de los que lo han aupado a su proclamación por aclamación, el vicepresidente primero podría replantearse sus múltiples funciones en el Gobierno al filo de la conferencia política que celebrará en septiembre el PSOE, a propuesta del lendakari Patxi López, según fuentes gubernamentales. Por esas fechas, fuentes socialistas no descartan un eventual adelanto electoral. Más concretamente, sitúan en otoño el anticipo de las generales. Sin embargo, fuentes monclovitas lo descartan y aseguran que Zapatero, arropando a Rubalcaba, ha conseguido salvar los muebles y garantizar su continuidad hasta marzo de 2012. Hasta entonces, se repartirá los papeles con su «número dos». 

Dispuesto a asumir en propias carnes el coste de su política reformista, el presidente continuará con los ajustes para salvar a España de las garras de los especuladores. De hecho, este viernes el Consejo de Ministros tiene previsto dar su visto bueno a la polémica reforma de la negociación colectiva. Mientras, Rubalcaba, sin dar la espalda al pasado del Gobierno que es el suyo propio, liderará con un giro a la izquierda una renovación del partido. Pese a ello, ese cambio no le copará las próximas semanas la agenda al cien por cien. En su calendario más próximo figura en un lugar destacado su discurso programático el próximo 2 de julio, fecha en la que se proclamará a los 60 años como líder indiscutible del PSOE. Será tras las vacaciones estivales cuando deba decidir si ahorra energías para la que se le avecina, aunque «la última palabra la tendrá siempre él», avisan en el Gobierno.

Chacón: «Tiene una hoja de servicio dilatada»
Un día después de que el vicepresidente, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunciara que se presenta como sucesor de Zapatero, la ministra de Defensa, Carme Chacón, reconoció que considera que es «un gran candidato» para las próximas elecciones. Rubalcaba es «un político muy experimentado con una magnífica hoja de servicio», dijo. Entre los logros que lo hacen merecedor de la candidatura, la ministra destacó «su capacidad de trabajo contra ETA».