El PSOE anula el acto de Vistalegre con el que Zapatero abría la campaña

Dicho de otro modo: no quieren verse arrastrados por la estrategia del PP de convertir las elecciones autonómicas y municipales en una convocatoria sobre la política nacional. Blanco explicó además que el PSOE dedicará todos sus esfuerzos a los territorios y que programará una campaña con presencia de Zapatero en todos ellos.

Consciente de que el cambio de planes dispararía de nuevo la rumorología sobre las intenciones de Zapatero de anunciar en el Comité Federal del 26 de marzo su decisión de presentarse a la reelección, Blanco avisó que cuando se conozca la agenda de la campaña, esto es un mes antes de que comience formalmente, «se zanjarán todas las especulaciones».

En contra de lo que dijo el secretario de Organización, Marcelino Iglesias, sobre el Comité Federal del próximo 26 de marzo, el número dos del PSOE aclaró que ésta sigue siendo una fecha sin cerrar a la espera de la agenda del Consejo Europeo previsto para ese mismo fin de semana. Dio por hecho en todo caso que el máximo órgano entre congresos tendrá lugar antes del comienzo de la campaña y que, de no poderse celebrar el 26, se trasladará con toda seguridad al sábado 2 de abril. Sea el último fin de semana de marzo o el primero de abril, lo cierto es que cada vez son más en el PSOE las voces que apuntan a que Zapatero desvelará la incógnita sobre su futuro político de forma inminente ante el máximo órgano del PSOE entre congresos. No en vano, sigue la presión de quienes consideran que el presidente debe hacer pública su decisión antes del 22 de mayo para evitar que la cita electoral se convierta en un plebiscito sobre él. Todo indica que son estos, los partidarios de anunciar ya la decisión quienes se han impuesto frente a los que sostienen que nada de positivo aportará este anuncio para el PSOE, que verá de inmediato cómo el debate público se traslada a quién debe ser el sucesor para regocijo del adversario.

Y puestos a especular, como la imaginación tampoco tiene límite en las filas del socialismo, hubo quien ayer relacionó la anulación de Vistalegre con el ingreso hospitalario del vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, a quien muchos dan ya como sucesor de Zapatero. Esta versión apuntaba un cambio de planes y de tiempos obligado por la salud del número dos del Gobierno. A saber. La respuesta sólo está en la cabeza de un Zapatero que lo pasa en grande con las especulaciones.