Bruselas

Cajamurcia sella hoy la creación del grupo financiero del Mediterráneo

El Banco de España tendrá que dar luz verde a la «fusión fría» de las cajas. Carlos Egea presidirá la entidad resultante de la unión con Caja Granada, Caixa Penedés y Sa Nostra. 

Antonio López Isturiz, Michael Schneider, Viviane Reding, Ramón Luis Valcárcel y Paul Rúbig, ayer en Bruselas
Antonio López Isturiz, Michael Schneider, Viviane Reding, Ramón Luis Valcárcel y Paul Rúbig, ayer en Bruselaslarazon

Los presidentes de las cuatro cajas del Mediterráneo: Cajamurcia, Caja Granada, Caixa Penedés y Sa Nostra firman hoy en MAdrid el protocolo de constitución del grupo un Sistema Institucional de Protección (SIP). La creación de un nuevo grupo financiero fue aprobado por los consejos de administración reunidos de forma simultánea en cada una de las ciudades de las cajas. Una vez que hoy sea firmado el citado protocolo, éste será entregado al Banco de España para que de su visto bueno. Además, desde hoy se constituirán las mesas de trabajo encargadas de estudiar la forma en la que quedará estructurada esta «fusión fría», que también deberá ser aprobada por las distintas Asambleas generales de las cajas.Esta alianza que pedirá entre 800 y 900 millones de euros al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), dará lugar al séptimo grupo de cajas español por volumen de activos.La sociedad central adoptará la forma jurídica de banco, siendo así responsable de la definición y gestión de las políticas financieras y operativas del grupo, ya que gestionará la solvencia, diseñará la estrategia corporativa y el negocio mayorista y definirá la gestión de riesgos y la planificación tecnológica. La nueva entidad tendrá su sede en Madrid y será presidida por el presidente de Cajamurcia, Carlos Egea. Las cuotas de participación se repartirán en un 39 por ciento por Caja murcia; en un 27 por ciento por Caixa Penedès; un 19,5 por ciento por Caja Granada y un 14,5 por ciento por Sa Nostra.Las cajas están trabajando para que no se produzcan despidos en sus plantillas y que los trabajadores, como máximo, puedan ser recolocados en los servicios centrales de la nueva entidad o en la reorganización de la red de oficinas. Además, pretenden que la reducción de plantilla se haga mediante jubilaciones anticipadas, aunque todas estas medidas deberán ser llevadas a las mesas laborales de las cajas.Al respecto, el presidente de Caja Granada, Antonio Jara, ya aseguró que los «inevitables ajustes» tras la unión no conllevarán despidos y que la estabilidad en el empleo y el respeto a los derechos de los trabajadores seguirán formando parte de la política de la caja.«Los inevitables ajustes exigidos por este nuevo escenario, oportunamente negociados, no deben generar, por tanto, inquietud en nuestra plantilla», dijo. Esos ajustes pasarán, como ya trasladó la caja granadina en su momento, por la clausura de algunas oficinas y el reajuste de su personal.Las fuentes financieras consultadas explicaron que entidades como Cajamurcia incrementarán su número de oficinas en este proceso, si bien las que tiene en la provincia de Almería serán cedidas a Caja Granada. Otras, como las de Caixa Penedès en Valencia pasarán a Cajamurcia, según la reordenación de sucursales que supone la estructura del nuevo SIP o «fusión fría» y que pretende optimizar recursos. Esta semana las cuatro cajas destacaron que el «perfil homogéneo» de estas cajas posibilita que el nuevo grupo crezca con «cohesión y coherencia territorial y estratégica», mientras mantiene «una destacada posición de liderazgo en el Arco Mediterráneo, al aglutinar en esta amplia zona la mayor red de sucursales conjunta, con 1.703 oficinas, y algo más de 4 millones de clientes».