Conciliación

Vamos bien

La Razón
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Dice el informe del Foro de Davos que en España, mientras pasamos el rato discutiendo sobre la mejor manera de mejorar en eficiencia, innovación y movilidad laboral, estamos perdiendo competitividad a espuertas. Eso es porque los ilustres miembros del Foro no se han pasado por Mercasevilla y desconocen su amplia oferta en prejubilaciones falsas. Cobrar por no haber trabajado; mínimo esfuerzo, nula inversión y máxima rentabilidad. En competividad no digo nada, pero a ver quién es el guapo que supera semejante productividad. Además, ¿qué necesidad tenemos de ser competitivos con lo cansado que es? Nos sobra el dinero para inyectárselo a entidades financieras en las que trabajan señores que se auto-bonifican con millones de euros, o para subvencionar galas con fondos de empresas públicas en fase de privatización. Y cuando no nos llega, los jubilados corren prestos a poner sus pensiones a disposición del bien común.

Sí señores, en este país no tenemos espíritu de competición porque somos más bien de natural solidario. Hemos hecho más felices a polacos y chipriotas dejando que nos adelanten en el ranking del dichoso informe, ¿hay acción humanitaria más sublime a la par que barata? Lo dudo. Productividad en estado puro.

Por eso, en cuanto aparecen unos cuantos brotes verdes, en vez de regarlos nos los fumamos; y nos dedicamos a hacer porras sobre cuándo empezaremos a crear empleo en vez de crearlo; y parimos reformas laborales embrionarias y con el articulado sin formar, porque somos los reyes de la productividad aunque en Davos sean incapaces de darse cuenta. Si estos señores consideran que partirse la camiseta para ganarle al de al lado es más gratificante que practicar el talante –palabra que hace algún tiempo, no sé si recordarán, estuvo muy de moda–, peor para ellos. Nosotros a lo nuestro, con calma y tomándonos nuestro tiempo, que vamos bien, ea.