Sevilla

Alberto Fabra fortalecido por Iñaki Zaragüeta

La Razón
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En el marco de la gran fiesta de Rajoy , el presidente del PP de la Comunitat valenciana, Alberto Fabra, ha obtenido un gran éxito. Su presidente nacional rompió, puede ser que definitivamente, esa especie de «control sanitario» al que había sometido a los populares de esa región en la designación de ministros y altos cargos. Fabra, accidentado sucesor de Camps, salvó «cum laude» ese «apartheid» y salir reforzado ante sus huestes, al lograr incluir en la Ejecutiva nacional a ocho miembros, uno más que Francisco Camps en aquel Congreso de Valencia de 2008 –¡cómo cambia la vida en menos de cuatro años!–. Fabra regresa fortalecido de Sevilla, donde ha tenido además un papel estelar como redactor de la ponencia de estatutos. Tiene el respeto de los suyos, la segunda federación con 145.000 afiliados. Da igual que sea Rajoy por voluntad propia quien le haya otorgado su complacencia o que a Fabra haya forzado el reconocimiento. Alguien decía «todos podemos hacer algo, pero el mérito está en hacer creer que uno lo ha hecho». El líder valenciano sabe bien que en esto de la vida orgánica no vale aquello de «los hombres de verdadero mérito prefieren ser requeridos», sino que la mejor forma de atraer y motivar a las personas es el éxito del líder. Y ése es el botín que trae de tierras del Guadalquivir. Como estrambote, mi amigo Rogelio me pregunta por qué no han invitado a Camps al Congreso. Sólo se me ha ocurrido que nadie debería borrar su propia historia. Así es la vida.