España
Rajoy sigue su guión económico al margen de Bildu y de los «insultos»
La «plaza» madrileña dejó una foto con tres protagonistas que no hace tanto tiempo hubiese sido objeto de titular en sí misma. Mariano Rajoy, Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón compartieron cartel en la explanada de Madrid Río, uno de los proyectos estrella del alcalde.
El líder popular repartió elogios de manera ecuánime entre sus dos acompañantes y situó Madrid, tanto su Alcaldía como el Gobierno de la Comunidad Autónoma, como el baluarte de las políticas que él seguirá si llega al Palacio de la Moncloa.
Más allá de las imágenes de cohesión que impone la campaña, el mitin fue una ocasión para visualizar esos distintos matices en los discursos que son ya una tradición dentro del PP. Rajoy quiere hablar de economía, de crisis, de empleo: ésa es su hoja de ruta y no está por la labor de que ni Bildu ni otras razones, como la estrategia socialista de crispar la campaña, le alejen de ella. Ayer quedó meridianamente claro cuando ni siquiera los coros de la grada –«Bildu, fuera», «Bildu, fuera»– le llevaron a colar ese tema en su mensaje.
Tampoco entró en ese «toro» el alcalde, pero sí lo había hecho previamente la presidenta madrileña, quien llegó a acusar al Gobierno socialista de ser responsable de que España vuelva a las instituciones. Su duro discurso en esta materia fue uno de los que provocó un mayor delirio de la militancia madrileña. «Zapatero, por dos veces, ha engañado a todos con la banda terrorista, y el resultado de siete años del PSOE es una España arruinada, dividida y la ETA en las instituciones», proclamó.
Rajoy prefirió poner el acento en su compromiso de juego limpio y en la advertencia de que no va a entrar en la «provocación» ni va a responder a los «insultos huecos» de los socialistas. Entre ellos, la acusación de que «usa el terrorismo en el combate político» o el de que él, Rajoy personalmente, es el responsable de las críticas de otros dirigentes populares al Tribunal Constitucional por su decisión de permitir que la coalición «abertzale» esté en las elecciones.
«No voy a estar en lo que ellos quieren, que es enfangarlo todo. Que se peleen con quien quieran, que se líen con quien quieran, que discutan entre ellos y que hablen Rubalcaba con Chacón, con Pepiño, con Zapatero o con quien quieran. Eso no es lo nuestro, lo nuestro es lo que importa a la gente», defendió Rajoy.
A su juicio, el Gobierno socialista va a «provocar porque no tiene ningún balance que presentar al conjunto de los españoles y porque «ha empobrecido a millones de ciudadanos» con sus políticas. «Nosotros somos un partido para gobernar, con vocación mayoritaria y que cree que las cosas se pueden hacer de otra manera», apuntó.
Además de desmarcarse así tanto de la estrategia socialista como del discurso más bronco en política antiterrorista que lideran otros compañeros de partido, Rajoy aprovechó para volver a hacer un guiño a los votantes de izquierda desencantados con el Gobierno de Zapatero. «Aquí serán bien recibidos, contamos con todos porque España es una cosa lo suficientemente seria e importante como para que este partido huya de la discordia y de la división. El PP aspira a sumar a más y más españoles», sentenció el líder de la oposición.
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