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Gangrenas

La Razón
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Los partidos Barcelona-Real Madrid han dejado tras de sí dos cuestiones importantes y relativas al trato entre personas. Las relaciones humanas han dejado más heridas que los resultados deportivos. Mourinho y Ronaldo no se llevan y los jugadores internacionales han roto amistades. A Mourinho no le gustó ni pizca que Cristiano criticara el sistema utilizado frente al Barcelona y lo dejó en la grada, aunque en buena compañía, para el partido con el Zaragoza. En Valdebebas se ha constatado la tirantez entre dos individuos que eran uña y carne. La dirección del club, además de intervenir para que la herida no se gangrene, ha de estudiar el futuro porque hay jugadores que tal vez lo tienen muy oscuro. Hay algún jugador, Kaká concretamente, que está desaparecido en combate. Terminada la temporada en cuanto a las posibilidades de obtener títulos, es necesario empezar a planificar el porvenir. El Madrid tiene buena plantilla y, prácticamente, sólo necesita un organizador de juego. En el centro del campo no basta con Xabi Alonso. La diferencia fundamental con el Barça es la capacidad que éste tiene para manejar el ritmo del juego y la posesión del balón.
El Madrid cuenta con jugadores extraordinarios para atacar y necesitan precisamente centrocampistas que les marquen los desmarques y les cedan balones hacia el gol. El Barça es capaz de dormir los partidos cuando le interesa, precisamente por la capacidad técnica de varios de sus futbolistas. Lass no cumple el papel de torpedo porque es bastante zafio y no colabora en la conducción de la pelota. Tiene personal para hacer caja.