Montilla advierte de que el bloqueo del Estatut enturbia la «amistad» con España

«Como presidente de la Generalitat asumo la responsabilidad de no ir un milímetro más allá de la Constitución, pero tampoco quedarme un milímetro más acá del Estatut". Firme y contundente, el presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, llegó con la lección aprendida a la Comisión de Comunidades Autónomas del Senado para exigir la "reactivación urgente"del proceso de renovación de los cuatro magistrados del Tribunal Constitucional (TC) cuyo mandato caducó en diciembre. Tan seguro llegó de sí mismo que se atrevió, incluso, con el euskera.

Sin divagaciones, Montilla denunció el "espectáculo poco edificante"vivido en los últimos meses por las "filtraciones" sobre la sentencia del Estatut, así como por las distintas informaciones aparecidas sobre las posibles filiaciones políticas de los distintos magistrados. Y es que, a su juicio, la "justicia no sólo debe ser independiente sino que debe parecerlo". Por todo ello, el líder catalán no dudó en manifestar que se trata de "un tribunal que, legalmente facultada, ve lesionada su legitimidad moral". Así, matizó que «no podemos permitir que una institución debilitada y cuestionada provoque una crisis».

Y entonces llegaron las virtudes del Estatut. El presidente catalán manifestó que desde el 4 de agosto de 2006, fecha en que entró vigor, la norma ha sido aplicada por las instituciones catalanas sin que ello haya supuesto ningún tipo de conflicto ni se hayan producido nefastas consecuencias. Así, dejó claro que "Cataluña no quiere leyes a medida, sólo que se cumplan" las que ya hay.

Pero Montilla, arropado por la plana mayor del tripartito, a excepción de líder de CiU, Artur Mas, quiso ir más allá para criticar el uso que se está haciendo del tema catalán. Un asunto que ha sido utilizado como "arma arrojadiza"entre partidos. Y aquí hizo especial hincapié en la participación del PP. Sin dar nombres, eso sí, el jefe del Ejecutivo catalán señaló que estamos ante un "bloqueo intencionado por parte del partido que presentó el el recurso de inconstitucionalidad". Además, dejó caer que lo que "se pretende ganar en el TC lo que se perdió democráticamente".

Argumentos, todos ellos, encaminados a demostrar la "fragilidad"de un tribunal al que "hay que ayudar a salir del labertinto"para que emita una sentencia sobre un recurso que, a juicio del presidente de la Generalitat, "nunca debía haberse planteado". Así, insistió en la idea que le trajo al Senado: la "fragilidad del TC le impide tomar una de las decisiones más difíciles desde su creación", una situación que "pone en riesgo el pacto constitucional".

Chaves reclama el esfuerzo de todos los partidos

Por su parte, el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, ha pedido hoy la convocatoria urgente del órgano encargado de la renovación del Tribunal Constitucional (TC) y ha reclamado el esfuerzo de todos los partidos, en especial del PP y del PSOE, para que esto se produzca.

Chaves ha hecho estas manifestaciones en respuesta al discurso de Montilla. El vicepresidente, que como representante del Gobierno puede intervenir en el debate cuando lo desee, ha reconocido que aunque el TC goza de "plena legitimidad", su actual situación de bloqueo es "anómala y extraña", y sólo es "imputable"a los partidos, que deberían haber llegado a un acuerdo pero no han sido capaces de lograrlo.

Ahora, ha continuado Chaves, es necesario poner "negro sobre blanco"para comprobar el nivel de responsabilidad que "asumimos cada uno"y aportar por la renovación.

Según sus manifestaciones, el Gobierno confía en que esa renovación se produzca "más pronto que tarde"y que lo antes posible se convoque la Comisión de nombramientos del Senado.