Asia

Tokio

Japón revisará «desde cero» su política nuclear

Los expertos, no obstante, apuestan sólo por modernizar las instalaciones

Hospitalizados dos trabajadores de Fukushima por radiación excesiva
Hospitalizados dos trabajadores de Fukushima por radiación excesivalarazon

Hasta hace dos semanas, Japón obtenía cerca del 30% de la energía que consume de sus 55 reactores nucleares. Los planes del Gobierno pasaban por aumentar dicho porcentaje hasta el 50% antes de 2030. Lo cierto es que Tokio ha sido tradicionalmente uno los defensores más entusiastas de la energía atómica. Durante décadas, Gobierno y oposición se han mostrado de acuerdo en la necesidad de desarrollar y construir nuevas instalaciones, una inversión considerada «prioridad estratégica nacional» desde los años setenta y que había ganado impulso en los últimos años, a causa de la crisis económica y del incremento de los precios del petróleo.

Pero la fuga radiactiva de Fukushima, el peor accidente atómico desde Chernobil, podría marcar un antes y un después. El propio portavoz del Gobierno, Yukio Edano, anunció ayer que Japón tendrá que revisar toda su política nuclear «desde cero» en cuanto se supere la emergencia actual. «Es cierto que la confianza pública en la energía nuclear hacambiado mucho», dijo.


Nuclear, sí
El debate lleva días cobrando forma en los medios de comunicación japoneses, aunque sólo algunas voces aisladas se plantean abandonar la energía nuclear. La mayoría de los expertos y editorialistas hablan simplemente de endurecer las medidas de seguridad, modernizar las instalaciones e invertir más en energías limpias. Al menos en las grandes ciudades, los japoneses parecen ser conscientes de que su maltrecha economía no podría soportar una repentina desconexión nuclear.

Mientras Edano ofrecía su enésima rueda de prensa desde el terremoto del 11 de marzo, en la planta de Fukushima continuaban los esfuerzos por estabilizar los reactores dañados. En ello estaban un grupo de 17 trabajadores cuando se expusieron a niveles de radiactividad superiores a los 100 milisievert. Se trata de una cifra situada por encima del límite establecido normalmente para emergencias, aunque para el caso concreto de Fukushima el Gobierno nipón había autorizado a elevarlo hasta 250 milisievert.

Tres de ellos recibieron entre 173 y 180 milisievert mientras extendían cables eléctricos cerca del reactor tres, en un edificio de turbinas inundado con agua donde se registró un elevado nivel de radiactividad. Otros dos tuvieron que ser hospitalizados con quemaduras en los pies aparentemente causadas por exposición directa a rayos beta.

Según la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO), el agua radiactiva podría haberse filtrado a través de sus monos de protección. Se trata de los primeros operarios desde que se desató la crisis que tienen que ser hospitalizados por los niveles de radiación.

Durante los últimos días, el Instituto de Investigación Radiológica de Japón ha examinado a cerca de 200 trabajadores de la planta y todos parecen encontrarse bien. En cuanto al resto de las informaciones procedentes de la central atómica, comienzan a ser más las que añaden algún detalle positivo.


Pequeños avances
En ese sentido, a lo largo del día se lograron algunos nuevos –aunque pequeños–, avances: se consiguió bajar la temperatura de las piscinas más sobrecalentadas y se devolvió por fin, aunque parcialmente, el suministro de energía eléctrica a la unidad 1. Precisamente, ése es el reactor en el que se trabaja para reducir la presión de la vasija de contención del reactor. También se reanudaron ayer los trabajos suspendidos el miércoles tras detectarse humo gris en la unidad 3, la única de las seis de la central que usa como combustible una mezcla de uranio y plutonio. Entretanto, sigue aumentando el número de víctimas, que asciende a 9.700 fallecidos y 16.501 desaparecidos, según el último cómputo de la Policía.


¿Una zona de evacuación de 30 kilómetros?
El Gobierno japonés mantiene evacuado un radio de 20 kilómetros en torno a la planta, aunque el ministro portavoz, Yukio Edano, dijo ayer que no sedescarta ampliar la zona a 30 kilómetros. Hasta ahora se recomienda a quienes viven a distancias de entre 20 y 30 kilómetros de la planta que permanezcanen sus casas con las puertas y ventanas cerradas, pero según Edano el Gobierno podría instarles a trasladarse a zonas más alejadas ante «lasdificultades para hacerles llegar suministros».