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Catalunya no es España por Toni Bolaño

La Razón
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Las estancadas aguas del PSOE se remueven nada más oír su nombre. Cuando se barruntaban unas primarias, algunos movieron cielo y tierra –y también segaron la hierba bajo los pies del todavía secretario general– para evitarlas. Si Carme Chacón se presentaba podía ganarlas. ¡Sólo faltaría! No lo podían permitir. Había que apostar a la grande, no a la chica. Jugaron así antes, y quieren repetir jugada, ahora, en plena derrota electoral. Vuelven a la carga. Hay que moverse para evitar que Chacón se presente y, encima, gane. Solamente son algunos. Sienten al PSOE de su propiedad. Y tienen eco mediático. Por otro lado, la inmensa masa de la militancia socialista espera tomar la palabra y ser protagonistas del revulsivo que el PSOE necesita tras el descalabro. Para muchos de ellos, ese revulsivo tiene nombre: Carme Chacón. Y ese nombre, pone de los nervios a más de uno. Sus enemigos y adversarios han salido en tromba. Desde el mundo nacionalista catalán se le achaca que no ha defendido a Cataluña. Lo cierto es que simplemente no se ha subido al carro de la reivindicación nacionalista. Por eso, para el nacionalismo catalán, Chacón no es suficientemente catalana. Desde Madrid se le da estopa por todo lo contrario. Se le acusa de no ser suficientemente española para dirigir el PSOE. Incluso, se la apostilla como nacionalista, cuando dista un mundo de esa definición. Lo cierto es que simplemente no se sube al carro de una interpretación rancia de España. Una interpretación que ya criticaba Antonio Machado cuando decía «Castilla miserable, ayer dominadora, envuelta en sus andrajos, desprecia cuanto ignora» y que ahora representa, de forma estelar y rodeado de charangas, José Bono. Nunca mejor el poeta pudo personificar la ignorancia. «Esa España inferior que ora y bosteza, vieja y tahúr, zaragatera y triste; esa España inferior que ora y embiste cuando se digna usar la cabeza» también nos apuntaba Machado. Si Chacón usa la cabeza se presentará a pesar de las embestidas. Quizá sea el momento de convertir el próximo congreso socialista en un nuevo Suresnes. Que sea catalana y mujer no han de ser, ni son, contratiempos para su candidatura excepto para aquellos cuya mirada no les alcanza más allá de sus narices. A lo mejor, que Chacón sea española y sea catalana, que sume en su persona dos personalidades –que algunos consideran excluyentes– es un peligro para esos que no entienden España y la quieren construir unos contra otros. Sólo piensan que contra el enemigo viven mejor. Porque Cataluña sigue en España ¿no?