Barcelona

Zapatero insta ahora a los descontentos a respetar las «reglas» de la democracia

Sólo unos días después de confesar que no se sentía preocupado por los últimos derroteros del movimiento 15-M, el presidente del Gobierno advirtió ayer a los «indignados» de que el derecho a la manifestación debe ejercerse cumpliendo las reglas de la democracia y tachó de «inadmisible» la intimidación y la coacción a las instituciones democráticas (en referencia nada velada a los incidentes ocurridos frente al Parlamento catalán).

Zapatero considera «inadmisible» la intimidación a las instituciones democráticas
Zapatero considera «inadmisible» la intimidación a las instituciones democráticaslarazon

José Luis Rodríguez Zapatero hizo estas declaraciones en una rueda de prensa en San Petersburgo en la víspera de las nuevas manifestaciones organizadas por el movimiento 15-M en numerosas ciudades españolas para mostrar su rechazo a los bancos, a los gobiernos y a los recortes sociales.El jefe del Ejecutivo tiene claro que la protesta surge del malestar generado por la crisis económica, que ha reconocido que es «dura y difícil», pero insistió en que «el camino para la recuperación económica y del empleo exige los esfuerzos que estamos haciendo hoy, las reformas y las medidas», informa Efe.Los organizadores de la manifestación quieren una protesta pacífica y Zapatero los ha instado a ello al recordarles que el derecho de manifestación y la libertad de expresión es consustancial a la democracia.

Pero la democracia, añadió, «es libertad con reglas, y una regla sagrada es la garantía de las libertades colectivas y el ejercicio de los derechos de manera pacífica», subrayó para mostrar su confianza en que las manifestaciones cumplan esa norma.En referencia a los violentos episodios que tuvieron lugar en Barcelona el pasado miércoles, Zapatero hizo hincapié en que «debemos reafirmar que los valores de la democracia y las reglas de la democracia no admiten excepciones». Por último, el presidente del Gobierno defendió los avances sociales conseguidos gracias a la capacidad de diálogo e instó a los «indignados» a sumar a ese diálogo «la reivindicación y la queja».