Londres

ANÁLISIS: Cuál es el poder de la Junta Militar por Daniel Pipes

La Razón
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–Tras el derrocamiento del régimen de Hosni Mubarak hace diez meses tomó el poder el Consejo Militar Supremo. ¿Cuál es su peso específico?
–En esta nueva etapa el poder está en manos del Ejército . El jefe del Estado Mayor, el jefe de las Fuerzas Armadas, Mohamed Tantawi es la figura clave. Hoy por hoy, él manda en la potencia árabe.

–Y ¿cómo es el general Tantawi?
–No se sabe mucho de él, tiene orientación islámica, pero no islamista. Tiene posiciones parecidas a las de su predecesor Hosni Mubarak, aunque más sensible a la opinión pública. El jefe del Consejo Supremo Militar no tiene otra alternativa que llevar a buen puerto la revolución democrática. También se sabe que ha perseguido a los islamistas que han quemado iglesias en estos meses y ha frenado la humillación pública a Mubarak. Aun así, en líneas generales no me parece que su figura pueda suponer un cambio fundamental en el país.

–Los disturbios en Egipto han estallado a una semana de la primera cita electoral pos-revolución. ¿Son clave?
–Lamentablemente, creo que las elecciones que tendrán lugar en los próximos días no tienen relevancia. Hace unos años presencié unos comicios a primer ministro en Egipto y me da la sensación que éstos van a seguir la misma tónica.
 
– La cita en las urnas se mantiene y será la segunda supuestamente libre de la Primavera Árabe. Las primeras fueron en Túnez, donde ganaron los islamistas. ¿Correrá la potencia árabe la misma suerte?
–Personalmente, no veo factible un Gobierno islamista en Egipto, pero sí un presidente religioso.

–¿Nos enfrentamos a un resurgimiento del islam en África del Norte y Oriente Medio?
–En Libia sí se ha mostrado una clara voluntad de formar un Estado islámico en el que la «sharia» sea la principal fuente de derecho. En Siria, por ejemplo, podría ocurrir, pero no sería tan nefasto como la continuidad del régimen de Bachar Al Asad. Lo fundamental del supuesto desmantelamiento de la dictadura siria será la ruptura de las alianzas con la República Islámica de Irán. El régimen de los ayatolás es el principal país perturbador de la región.

–Tras ocho meses de represión, la dictadura siria de Bachar Al Asad da signos de fragmentación. ¿Cree que sus días están contados?
–Sí. Me parece que los días del presidente sirio están contados. Deberíamos de distinguir a los dos Asad. El padre era un estratega brillante y sin escrúpulos. Él hijo, en cambio, quería ser oftalmólogo en Londres, pero tuvo que reemplazar a su hermano fallecido en un accidente de tráfico, quien estaba llamado a ser el sucesor. Bachar nunca estuvo interesado en las cuestiones políticas, nunca tuvo aptitudes de gobierno e incluso a pesar de estar en el poder desde hace once años parece perdido. Hace promesas contradictorias, tiene políticas contraproducentes y ha perdido a interlocutores y aliados. No es muy bueno en su oficio de dictador. Ha logrado ponerse en contra a un grupo tras otro dentro de Siria; y en el extranjero, los turcos, los iraquíes y hasta Irán, donde los políticos han vertido críticas. Los únicos que son firmes en su apoyo son los alauíes y la clase alta siria de Alepo. Es difícil encontrar respaldo entre el resto.

 

Daniel Pipes
Presidente del Middle East Forum