Bruselas
Las multas por elevado déficit financiarán el fondo de rescate
Los ministros de Economía de la UE tratarán de acordar hoy un nuevo sistema de sanciones de hasta el 0,2% del Producto Interior Bruto (que en el caso de España supondrían 2.000 millones de euros) para los países de la eurozona con déficit o desequilibrios excesivos, como burbujas inmobiliarias.
Las nuevas sanciones son uno de los pilares del plan de la UE para evitar que se repitan nuevas crisis de deuda. Sin embargo, los estados miembros han descafeinado la propuesta original de la CE. Las multas no serán casi automáticas como defendía Bruselas, sino que se deja más tiempo a los países incumplidores para corregir sus problemas y se da más peso a las decisiones políticas de los ministros de Economía, que en el pasado aprobaron incumplir el Pacto de Estabilidad.
De hecho, el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, ha avisado de que la reforma no va lo suficientemente lejos como para prevenir futuras crisis y ha pedido a la Eurocámara que endurezca las sanciones. Los Veintisiete y el Parlamento se han marcado como objetivo llegar a un acuerdo sobre la legislación en junio de este año para aplicar las nuevas multas ya en 2011.
Los ministros de Economía deben todavía cerrar en su reunión de este lunes cuatro grandes temas donde existen diferencias. Si no hay acuerdo, se convocará un nuevo encuentro el 21 de marzo. En primer lugar, existe un amplio consenso para destinar la recaudación de las multas y de los intereses a alimentar el fondo de rescate para los países con problemas de deuda, pero todavía no ha sido confirmado por todos los estados miembros.
Italia, uno de los países más endeudados de la UE, mantiene sus reservas sobre la propuesta de dar más peso al límite de deuda del 60% del PIB a la hora de lanzar un expediente sancionador por déficit excesivo, mientras que otros Estados miembros rechazan los mecanismos de flexibilidad que ya se han concedido al Gobierno de Roma. Tampoco hay acuerdo sobre la propuesta de iniciar los procedimientos sancionadores incluso antes de que un país supere el umbral del 3% de déficit si incumple sus compromisos presupuestarios.
Los países del este siguen reclamando que se tenga en cuenta el coste de las reformas de sus sistemas de pensiones, mientras que Alemania pretende que el superávit por cuenta corriente no sea motivo de sanción porque es menos perjudicial que el déficit, una propuesta que rechaza España. Las nuevas sanciones comunitarias se activarán en una fase temprana para prevenir que los problemas se agraven.
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