Castilla-La Mancha

Techo de gasto

La Razón
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Saber ganar y ser elegante no es fácil, pero comportarse con señorío tras una derrota debe resultar mucho más difícil. Para comprobarlo, sólo hay que observar lo que está sucediendo en Castilla-La Mancha con el traspaso de poderes del socialista Barreda a la «popular» María Dolores de Cospedal. De momento, el Ejecutivo saliente se ha enfadado porque el entrante ha dado a conocer el inmenso «pufo» que esconden las cuentas del Ejecutivo autonómico, y se ha olvidado de su obligación democrática de presentar cuentas. Así que la vicepresidenta económica, María Luisa Araujo, encargada de mostrar los «papeles» a sus sucesores, se ha ido de viaje. ¿Cifras? Todas espeluznantes.

Castilla-La Mancha tuvo en 2010 un déficit del 6,4%, el triple de la media comunitaria, y hasta abril de 2011 ha llegado al 1,74%, es decir, ha superado el tope impuesto por el Consejo de Política Fiscal y Financiera, lo que le impedirá al Gobierno del PP endeudarse este año... Pero es que, además, Castilla-La Mancha es la segunda autonomía por la cola en renta per cápita. La deuda de esa comunidad asciende a 8.500 millones de euros, que descifrada es: 1.500 a proveedores, 6.000 de la Administración y 1.000 de empresas públicas. Bono, con techo de gasto, traspasó a Barreda una deuda de 1.500 millones, y en siete años se ha multiplicado un 380%. Se impone el techo.