Sobró tiempo

Una pequeña desgracia, dos errores defensivos de Cerra y uno de Ballesteros llevaron cuatro goles al marcador en la primera parte. Diez minutos duró el Levante. La machada de empatar en Liga en Orriols consistió en mantenerse firme en defensa. La goleada en el Bernabéu fue simple efecto de la diferencia que existe entre un equipo galáctico y un club que tuvo el enorme mérito de celebrar su centenario con el ascenso a Primera y sin fichar jugadores pagando traspasos. La diferencia económica entre ambos clubes es casi la de uno profesional y otro de aficionados.

El Levante facilitó la labor madridista con errores infantiles y si alguien se había hecho a la idea de que hubiera alguna lucha erró. El Madrid, sin hacer grandes jugadas, con contragolpes en los que acaba por encontrar el remate a gol, no necesitó grandes esfuerzos. Del Levante puede decirse que tuvo minutos en los que en lugar de acongojarse trató de salir de su zona y acercarse a la de Casillas. Pero no fue consecuencia de la apuesta valiente lo que le llevó al fracaso, sino su escasa consistencia.

Ante equipos como el Madrid lo probable es salir trasquilado. Si además no se guarda la debida formalidad defensiva sucede lo de anoche en el Bernabéu.

La eliminatoria se suponía que no podía tener dificultades para el Real Madrid y quedó decidida en menos tiempo del pronosticado. En ocasiones como esta la segunda parte debería suprimirse. No puede decirse que sean minutos basura, como dicen en baloncesto, pero añaden poco al espectáculo y a la felicidad de los vencedores.