Óscar López anima a los suyos a arrimar el hombro «para fortalecer el partido»

Valladolid- No ha sido un año fácil para el socialismo. Dos derrotas en las urnas que han hecho daño, y que han abierto un debate más ideológico casi que sucesorio en el partido del puño y la rosa. El secretario general del PSOE en Castilla y León lo sabe y por eso pide a los suyos que arrimen el hombro para fortalecer al partido y volver a ser una alternativa a gobernar.
López se juega mucho en 2012. Es el año de los congresos. Diez en total. Los nueve provinciales y el autonómico, en el que Óscar López tiene puestos todos sus sentidos. Su proyecto para Castilla y León se acorta. Y su liderazgo, se ha puesto en entredicho tras las debacles electorales. En el PP le acusan de pensar más en Madrid que en Castilla y León. Y desde su propio partido han surgido voces críticas en algunas provincias como en Zamora o León.
No hay fecha decidida, pero se sabe que este cónclave socialista se celebrará a finales de marzo o principios de abril. «Con tiempo de sobra por delante para debatir sobre la Comunidad que queremos para los próximos diez años», dijo ayer López, durante el vino de felicitación navideña que congregó a periodistas de la Comunidad y a miembros de su partido. Los más cercanos. Por allí estaban, entre otros, sus más fieles escuderos como Ana Redondo, Julio López, Fernando Rodero, Fernando Pablos, Julián Simón de la Torre, José Franscisco Martín, Miguel Ángel Cardo, María Teresa Gutiérrez, Ana María Muñoz de la Peña, Ángela Marqués, David Jurado o Jorge Félix Alonso.
Durante su intervención, Óscar López se mostró con fuerza para afrontar este año importante para el socialismo, e ilusionado por celebrar «un congreso de verdad, sosegado y, sobre todo, participativo, en el que todos los socialistas de Castilla y León tengan voz y aporten sus ideas». Apostó por que el 2012 sea el año de la prosperidad y deseó suerte al nuevo gobierno de Rajoy, aunque dudó de sus primeras medidas anunciadas en el discruso de investidura. Se preguntó de donde va a recortar el PP para reducir los más de 16.000 millones de euros de déficit, y aseguró que el PSOE estará vigilante para evitar que el Gobierno «ataque el modelo de bienestar que hay en España».