Montilla pone sordina a la renuncia de Castells de ir en las listas del PSC

El presidente de la Generalitat, José Montilla, compareció ayer en público por primera vez desde que el conseller de Economía, Antoni Castells, anunciara su intención de no integrar las listas del PSC de cara a las próximas elecciones catalanas. Pese a la espectación generada, el president eludió hacer ninguna referencia a la decisión de Castells y se centró en el objeto del acto al que acudió, la presentación de carteles electorales del PSC. Es más, en una conversación informal con periodistas se limitó a afirmar que «respeta» la decisión del titular de Economía.

De esta manera, Montilla optó por no echar más leña al fuego y restar importancia a la renuncia más polémica en las filas socialistas. Ni una referencia a las críticas de Castells a la gestión del PSC, ni un guiño al que fue su número dos en la pasada contienda electoral. «No me ha pillado desprevenido», afirmó el president convencido de que la decisión de Castells de desvincularse del PSC no va a pasar factura a los socialistas. Al president tampoco le quita el sueño que el ala catalanista de los socialistas no tenga representación en las listas del PSC. «En el PSC hay muchas sensibilidades», sentenció.

Los motivos de Castells
Horas antes de la aparición en público de Montilla, el conseller de Economía había aclarado en Catalunya Ràdio los motivos de su deserción. Castells desea tener «más libertad para poder expresarse y actuar» aunque asegura qeu apoyará con «todas las fuerzas» el proyecto de Montilla. Incluso no descarta volver a ocupar la conselleria d'Economia. De ahora en adelante, la cara visible del sector catalanista de los socialistas se dedicará a trabajar para convertir al PSC en «el partido central del país». Para que nadie ponga en duda su compromiso con el proyecto socialista, Castells no quiso cerrar sus comentarios sin antes propinar una buena dosis de ataques al líder de CiU, Artur Mas, del que incluso dudó de su talla política.

Las elecciones se acercan y las aguas en el PSC andan revueltas pese a la tranquilidad que pretende transmitir el president. Sin embargo, Montilla no quiso desvelar cuando serán las elecciones catalanas, ni cuando las convocará. Eso sí, dijo tener decidida la fecha «desde hace mucho tiempor» aunque no la ha comentado con nadie, ni tan siquiera con sus compañeros en el PSC. Lo único que está claro, es que los miembros del Ejecutivo serán los primeros en conocer el secreto más bien guardado del president.

Mientras no se desvele el calendario electoral, Montilla se empleará a fondo para rescabalar la imagen de su gestión. Cuestiones identitarias al margen, el president es consciente que la situación económica protagonizará una campaña que se prevé dificil y larga. Haber perdido al encargado de la gestión económica del Govern no le preocupa. «Al fin y al cabo, el president soy yo».