Almohadas con huesos de aceituna ecológicos

L a almohada es uno de los objetos más personales que existen. Las hay de plumas, de látex, de fibras de poliéster... y también de huesos de aceituna. La compañía cordobesa Charcolive lleva vendiendo almohadas de este novedoso material desde mediados de 2008. Para ello se servían y se sirven hoy de los huesos de la producción de aceituna deshuesada o de anchoa. Pero ahora han dado un paso más. Acaban de comenzar la producción y «venta de almohadas de huesos de aceituna de procedencia de aceite ecológico. El proceso es el mismo. Limpiamos el hueso de los restos de carne que pudieran tener al sol y luego pasan un proceso de calcinación que requiere poca energía con el cual los huesos se convierten en carbón. Una vez enfriados, se utilizan para el relleno de unas almohadas de difícil confección porque al ser carbón no puede salir el polvo», detalla Rafael Pérez, inventor de la almohada y uno de los socios de Charcolive. En total venden unas 5.000 almohadas al año, que, según Pérez, «van muy bien para las cervicales, ya que sujeta bien el cuello. En concreto, de un olivo del que salen unos 50 o 60 kilos de aceituna se hacen tres almohadas. Puede parecer poco, pero es que de seis kilos de huesos sacamos un kilo de carbón, ya que, durante el proceso, el volumen disminuye».
El siguiente paso es que todo el tejido de las almohadas sea también ecológico. Algo que les abrirá las puertas especialmente en el mercado alemán. A Japón, por cierto, ya exportan sus almohadas. Precio: entre 50 y 74 euros.
Más información: www.charcolive.es