Famosos
El marido de Belén Esteban hace las maletas y se va
Paracuellos nunca ha sido remanso de paz. Tampoco para Belén Esteban. No ha pasado una semana desde que la de San Blas se mudara a su nuevo chalet y aquello es ya un hogar roto. Mientras Belén se enzarzaba en una pelea con Massiel en «Sálvame Deluxe» el viernes noche, en «DEC» irrumpía Arantxa Contreras, la enésima amante que se adjudica a Fran Álvarez, el esposo de la princesa del pueblo
Pero algo ha cambiado en este nuevo personaje del culebrón estebanista. Si la joven siempre ha mirado de frente a la competencia televisiva y les ha lanzado algún que otro órdago pidiéndoles «fotos con mi marido que lo demuestren», en esta ocasión abandonó el plató sin mediar palabra.
Lo cierto es que a las dos de la madrugada Fran dejaba el domicilio conyugal con las maletas. Lo confirmó horas más tarde el periodista Juan Luis Alonso. «Es un asunto de pareja y son ellos los que lo deben resolver», defiende Toño, representante de la ex de Jesulín, que no se ha separado de ella en las últimas 48 horas. «La apoyaré siempre», sentenció. Por su parte, Belén no ha soltado prenda a los reporteros apostados en Paracuellos, aunque sí un ruego : «Sólo os pido que cuando salga con mi hija, no grabéis». ¿El próximo capítulo? En «Sálvame», «Lecturas»...
¿Un año largo de mentiras?
«¿Crees que voy a ser infiel estando casado desde hace más de año y medio?». Es lo único que dijo Fran a los periodistas que le esperaban en su huída de Paracuellos. Y es que Arantxa Contreras, la nueva inquilina de los platós del «cuore», defiende que ése es el intervalo de tiempo en el que ha mantenido diversos encuentros sexuales con él. «Ha sido el hombre de mi vida», señaló la supuesta amante en «DEC», que afirma salir a la palestra por la «presión mediática que sufro», sobre todo, desde que su hermana ejerciera de avanzadilla en el programa hace meses. «Poco antes de casarse me dijo que si yo le pedía que no pasara por el altar, la dejaba», aseguró entre sollozos, si bien en los intermedios publicitarios soltaba alguna carcajada. María Patiño la caló y no cree en su enarmoramiento. Tomen nota.
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