Trabajar en el Paro

Hace años que conozco a Julio, buen profesional, casado y con un hijo. Hace año y medio cerró la empresa donde trabajaba y comenzó a «trabajar en el paro» como él decía. Julio no se preocupó por encontrar empleo, tenía dos años de paro y, como su sueldo era bastante bueno, la prestación rondaba los mil euros mensuales que, junto al salario de su esposa, le permitía afrontar el futuro inmediato con tranquilidad. Además tenía que pintar su casa y ayudar a su cuñado en unas faenas que iba a hacer en el chalet. No había prisa por volver a trabajar.
Lo vi la semana pasada y me comentó que le quedaban cinco meses de paro, que se había puesto a buscar trabajo pero, como estaba más de un año fuera de «onda» nadie le quería contratar, había perdido sus contactos y los que creía amigos le estaban volviendo la espalda. Comenzaba a desesperar y veía su futuro negro. «No sé, me dijo, tal vez tenga que vender el piso porque no podremos vivir y pagar la hipoteca sólo con el sueldo de mi mujer. ¿Crees que me darán esos 426 euros cuando deje de cobrar el paro?» Le dije que no lo sabía y que haría lo que pudiese por ayudarle a encontrar empleo.
¿Cuantos habrá como Julio en España?, «trabajar en el paro» no es una buena solución, ni siquiera momentáneamente, perder el empleo es una desgracia que hay que tratar de superar de inmediato, es un objetivo prioritario y no debe ser relegado por ninguna excusa.
Las cosas están mal, lo sabemos, pero recordemos el refrán: «A Dios rogando y con el mazo dando».